Si bien en un principio la oposición decidió no dar quórum, cuando esta herramienta se logró la Cámara de Diputados de la Nación inició la sesión extraordinaria, en la que uno de los temas principales fue la sanción de una ley de moratoria previsional que permitirá la jubilación de casi un millón de personas, que no tienen la cantidad de años de aportes que exige la legislación. Finalmente, el oficialismo logró el cometido con el apoyo de bloques aliados.
La oposición sostenía que este proyecto era inviable en cuanto a su financiamiento.
Cuando se logró el quórum, la oposición se acercó al debate, en el que presentó un dictamen de minoría.
Antes del tratamiento de la iniciativa, hubo varias cuestiones de privilegio presentadas por los diputados, sobre todo de la oposición como Fernando Iglesias, quien explicó que el quórum es una herramienta prevista por el sistema legislativo que obliga al oficialismo a conseguirlo cuando un tema genera polémicas.
Y recordó que durante el gobierno del ex presidente Mauricio Macri, desde la oposición de ese entonces, encabezada por el hoy jefe de gabinete, el Agustín Chivo Rossi, se dijo públicamente que no se daría quórum en todas las iniciativas del macrismo.
A su turno el diputado, Martín Tetaz denunció que desde el sindicato de un organismo público, como la ANSES, se había llenado la oficina central con escraches a diputados que se oponían a la sanción de esta ley de moratoria previsional. Dijo que se habían puesto los rostros de estos legisladores en una actitud "sin duda fascista".
En el mismo sentido se pronunció la diputada Graciela Camaño, quien reconoció que votaría a favor de esta legislación pero que no admitía que desde el ANSES se escrachara a varios legisladores, por una decisión "fascista" de la titular del organismo, la marplatense Fernanda Raverta, quien también fue diputada nacional.
La legisladora pidió que echara de la Cámara al sindicalista Carlos Ortega, de la ANSES. Ortega discutió con miembros de Juntos por el Cambio y finalmente se retiró del recinto.
Vale resaltar que Diputados realizó la última sesión de este período extraordinario, en el que solo se aprobaron dos leyes,. Debe recordarse que mañana comienzan las sesiones ordinarias del Congreso, con el mensaje que pronunciará el presidente de la Nación, Alberto Fernández.
En esta ocasión, Fernández tendrá a su lado a su socia, Cristina Fernández, con quien las relaciones siguen rotas desde hace tiempo, aunque mañana tendrán que hacer de tripas corazón y mostrarse con cierta empatía. De lo contario, más que del discurso del primer mandatario, que se supone que tendrá duras expresiones hacia la oposición, la justicia, los medios, se hablará de los dardos en las miradas que puedan tirarse los socios.
Fernández solo tendría que apuntar a informar lo que piensa hacer este su último año de presidente, porque la realidad es que resultan bastante pobre los aportes a la República, con un presidente que ha recibido críticas de la oposición pero sin duda las más duras llegaron de su propia línea.
La oposición, fundamentalmente el PRO, ha dicho que se retirará del recinto si desde el mensaje del presidente Fernández hay alusiones al gobierno de Mauricio Macri, un clásico del oficialismo.
A última hora fueron invitados al acto los integrantes del Suprema Corte de Justicia de la Nacional y la incógnita pasa por saber si concurrirán, teniendo en cuenta los embates del Poder Ejecutivo, encabezados por el propio Alberto Fernández, contra estos magistrados, además de las sesiones de los jueves de la Comisión de Juicio Político que pretende transformar sus encuentros en un tribunal de inquisición, apartándose de los preceptos de la Constitución. Ese mecanismo es la gran delicia del kirchnerismo, en la defensa de su jefa y sus causas de corrupción, como la de Vialidad, que determinó que fuera condenada por seis años.
Esa Comisión ha dado una lista de testigos y convocados para los encuentros de los jueves, y desde diputados ultrakirchneristas, que operan como jueces, se ha dado rienda suelta incluso a métodos ilegales para realizar su tarea. En este sentido, se destacan Leopoldo Moreau y Rodolfo Tailhade.
Marzo comienza políticamente muy movido y espera convertirse en material permanente para el periodismo. No olvidar que el 11 de marzo, al cumplirse 50 años de la asunción del gobierno de Héctor Cámpora, hay prevista una gran manifestación con el insólito operativo Clamor para que "vuelva" Cristina Kirchner y se postule a la presidencia, además de poner el acento en una presunta proscripción de la vicepresidenta, cosa totalmente falaz.
Curiosa interpretación es decir que CFK debe volver, porque ella está en el gobierno, es la artífice de la gestión Alberto Fernández, y no está proscripta, como pretende hacer creer el kirchnerismo.
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