ASUMIO EL OBISPO AUXILIAR DE QUILMES, MONSEÑOR EDUARDO REDONDO

 


En la catedral de Quilmes tuvo lugar la asunción del nuevo obispo auxiliar de la diócesis, monseñor Eduardo Redondo (foto).

La ceremonia fue presidida por el obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera. La misa fue concelebrada también por el obispo de San Isidro y titular del Episcopado, monseñor Oscar Ojea. Asimismo, monseñor Luis Teodorico Stockler, emérito de Quilmes; monseñor Jorge Lugones, obispo de Lomas de Zamora y su par de Avellaneda, el quilmeño monseñor Marcelo Julián Margni.

Estuvieron autoridades de los distritos que abarca la diócesis: por Quilmes, Roberto Gaudio, por Berazategui, Matías Aguirre y el intendente de Florencio Varela, Andrés Watson.

Se recordó que en los primeros días de marzo se cumplirán diez años de la designación del Papa Francisco, Jorge Bergoglio y en ese sentido se destacó la necesidad de que cada uno necesita del otro. "Incluso, la debilidad, si se experimenta juntos puede convertirse en una fuerza para mejorar el mundo. Es hora de reunirse, es el momento del encuentro".

PALABRA DE TISSERA

El obispo de Quilmes, en la homilía de la misa, agradeció al Papa la designación del obispo auxiliar, monseñor Redondo. "Gracias, Señor Jesús, porque seguís invitándonos a navegar mar adentro y a irar las redes. Gracias, Eduardo, por tu respuesta al llamado".

Más adelante monseñor Tissera subrayó que el prelado Redondo había dejado el servicio de la Hermandad de lso Operarios Diocesano para llegar a Quilmes. "Es algo que jamás estuvo en tu perspectiva. Pero el Espíritu que siempre te animó te llevó a confiar, como lo hizo Pedro... pero, si Tú lo dices".

Tras el pedido del obispo Tissera a los miembros del presbiterio de Quilmes, diáconos permanentes, religiosos de la diócesis, miembros d elos isntitutos de vida consavgrad, orden de vírgenes, seminaristas y a todos los fieles cristianos de la diócesis a recibir al nuevo obispo, el propio Redondo destacó el momento que estaba viviendo, y agradeció a Dios por el regalo que recibía, "el regalo de mi familia, mis amigos, mis padres. Dios me llamó a ser cura en tantos rostros de amor y de dolor. 

"El Señor me llevó por distintos caminos y a diferencia de mi ordenación presbiteral, este momento fue inesperado, sorpresivo y con bastantes resistencias de mi parte. Sin embargo, hoy puedo decir en paz que acepto y asumo lo que el Señor me pide, con temor y temblor, como se lo escribí al Papa. Quiero ser todo de todos, quiero ser todo de Dios en este camino que Jesús me pide transitar como obispo auxiliar, acompañando y aprendiendo, dejándome acompañar y agradeciendo".

La movida se cerró con un ágape en el gimnasio del colegio San José, en Mitre 460, Quilmes, junto a la comunidad.

PARTICIPANTES

Entre los prelados asistentes cabe mencionar también al arzobispo de San Juan de Cuyo, Jorge Lozo; Carlos Sánchez, arzobispo de Tucuman; el quilmeño Marcelo Colombo, hoy arzobispo de Mendoza; el obispo de Azul, monseñor Hugo Salaberery SJ; Martín Fassi, obispo de San Martín; el auxiliar de La Plata, Jorge González; el auxiliar de San Isidro, Raúl Pizzaro; el obispo de Merlo-Moreno, Juan José Chaparro; Pedro María Laxague, de Zárate-Campana; el obispo emérito de Rio Gallegos, Juan Carlos Romanín; Joé María Baliña, auxiliar de Buenos Aires; el arzobispo emérito de Huancayo, cardenal Pedro Ricardo Barreto; el provincial de los franciscanos menores conventuales, Fray Alberto Fontana; el director general de la Hermandad de los Sacerdotes Operarios, pacre Florencio Abajo Núñez; la hermana María Graciela Trivilino, superiora general de las hermanas franciscanas de Bonlanden.

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