En el Día de los Enamorados, hoy 14 de febrero, la Argentina ha vuelto a ser noticia por la inseguridad a flor de piel.
En Retiro, un asesino mató a una joven policía, a quien le había arrebatado el arma y también hirió a un empleado del Subte. A raíz del herido, el gremio de metrodelegados decidió un paro sorpresivo de todas las líneas, con todos los inconvenientes habidos y por haber para los millones de usuarios que habitualmente se mueven en ese transporte.
Todo este combo de febrero, en un solo día, ha vuelto a poner en el tapete el momento tan especial que vive el país, con una especie de anomia que cubre distintas esferas y que mueve y conmueve.
Un año electoral como el que estamos viviendo va a ser una apuesta tremenda al futuro. Fundamentalmente, qué país queremos para el futuro.
Los políticos parecen estar alejados de los verdaderos problemas. Desde el hecho, increíble, de arremeter desde el Poder Ejecutivo contra los miembros de la Suprema Corte, cuestión que no interesa a la gran mayoría, y solo pretende satisfacer la voracidad de la jefa del gobierno, Cristina Kirchner, que pretende licuar sus causas judiciales, una de las cuales le significó una condena a seis años de prisión.
El empleado del Subte herido, por la información, se encuentra estable. La realidad es que murió una mujer policía de 35 años. Sin embargo, los policías no han tomado ninguna medida de fuerza -nunca pueden hacerlo porque no están sindicalizados- y sí lo han hecho los metrodelegados, politizando un hecho que le costó la vida a una joven que se encargaba de custodiar precisamente a los usuarios, empleados y todos los transeúntes que a diario se mueven por la estación Retiro del Subte.
Argentina, tierra de amor y venganza. Una telenovela que el año pasado tuvo una buena repercusión por Canal 13 y se espera pronto que se exhiba la segunda etapa.
Hoy el país, tomando el dato del título de la telenovela, al amor que hoy más que nunca brilla por el día de San Valentín, se le ha sumado la bronca, la venganza, el odio, la inseguridad, un combo de elementos que hacen preocupante la realidad que nos toca vivir.
Rosario, el Conurbano, el AMBA, son algunos ejemplos de los problemas de inseguridad que acechan al país, desde el narcotráfico que produce un gran flagelo en la ciudad santafesina, hasta lo que se comenta todos los días en el Gran Buenos Aires, con el miedo a salir muy temprano de casa o volver a última hora con los delincuentes a la caza de los infortunados "clientes".
Junto a ello hay que sumar la inflación, que hoy marcó otro índice alto en enero, el 6 por ciento, con un 98,8 por ciento interanual. No hay respuesta efectiva a ese mal como el llamado control de precios, que nunca fue eficaz.
Los que mandan tendrían que hacer un diagnóstico de la realidad y ponerse a hacerle caso a Ortega y Gasset, cuando pedía: Argentinos.... a las cosas!!!
Comentarios