ALBERTO FERNANDEZ, ENTRE LA ANTARTIDA Y EL RECINTO LEGISLATIVO


 Por Eduardo Menescaldi

El presidente de la Nación, Alberto Fernández, viajará mañana a la Antártida, en coincidencia con el día de la soberanía argentina sobre ese continente. Primero irá a Ushuaia, Tierra del Fuego y luego a la base Marambio. De esta forma podrá cumplir el objetivo que se había propuesto el pasado 25 de mayo y que no se concretó por razones climáticas.

En una semana la vida del presidente de la Nación estará entre ese mágico continente, donde la Argentina ejerce soberanía desde 1904 y el Congreso de la Nación, porque el miércoles 1 de marzo deberá dejar inauguradas las sesiones ordinarias del Parlamento.



La gran incógnita es saber qué dirá Alberto Fernández en el recinto legislativo. Como todos los días primero de marzo, el primer mandatario brinda su discurso en el que se refiere a lo realizado en el año anterior y lo que piensa concretar en lo que le falta de gobierno. Recordemos que será su último discurso ante el Congreso como presidente, porque el 10 de diciembre próximo asumirá un nuevo gobierno.

Aunque todavía no está descartada la posibilidad de la reelección, todo hace pensar que será otro el que recibirá los atributos del poder en la tradicional ceremonia, a la que no quiso adherir en su momento Cristina Kirchner cuando asumió Mauricio Macri en 2015.

Dicen los trascendidos que el discurso de Alberto Fernández del primer día de marzo se inclinará por cuatro ejes, algunos sin duda previsibles y otros, que generan expectativa.

Entre los imaginables, está la defensa de su socia de gobierno, CFK, aunque se verán las caras en el recinto después de bastante tiempo sin estar juntos. Alberto volverá a decir que Cristina sufre las consecuencias del lawfare y la persecución judicial, cuestión que volverá a poner en el candelero su condición de profesor de Derecho de la respectiva Facultad. Porque sus afirmaciones chocan con los preceptos que consagra la Constitución Nacional, como la división de poderes.

Sin embargo, fue el propio Alberto el que alentó la irrupción del Poder Legislativo en el ámbito del Judicial, para intentar el juicio político a los cuatro miembros de la Suprema Corte. Una puesta en escena que tiene funciones todos los jueves en Comisión y que ya comienza con la presencia de testigos para apuntalar la decisión del oficialismo de llevar adelante el juicio. Aunque, curiosamente, en esa Comisión de Juicio Político a la hora de votar son 16 votos por la afirmativa contra 15 por la negativa, lo que prácticamente habla de casi un empate técnico en las decisiones. Decide la mayoría, pero la realidad, que es la única verdad, demuestra que hay enorme paridad.

Además, otra realidad, el interés ciudadano que generan las sesiones de los jueves de la Comisión es muy reducido, y habría que hacer conclusiones cuando se compara el rating de esas sesiones -se pueden ver por el canal de Diputados- con el que registra el inefable Gran Hermano. La versión contemporánea de aquella obra que en 1947 escribió George Orwell con el título "1984", imaginando que para esa época un Gran Hermano se encargaría de conducir los pensamientos y los destinos de los seres humanos.

Las diferencias de audiencias resumen la realidad. La gente no está interesada en un juicio a la Corte, que solo surge de la condición kirchnerista de entender que a la jefa se la persigue judicialmente sin fundamentos. Y a eso se aferra Alberto para quedar bien con ella, por mas que no quiera recurrir a los archivos cuando era uno de los principales detractores de CFK, quizás con términos mucho más duros que muchos de los integrantes de la oposición.

El kirchnerismo sigue realizando una campaña mediática para hacer creer a la ciudadanía que Cristina está siendo proscripta, lo que en realidad es una enorme mentira, como incluso lo señaló el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, algo que le dijo a la corresponsal de Clarín en París: no está proscripta.

Nada sin Cristina, dicen los afiches que reparten a diestra y siniestra los kirchneristas más duros, con La Cámpora como estandarte.

Los otros ejes del discurso presidencial del miércoles 1 serán la defensa de la gestión, con duros términos para el macrismo, la evaluación de la economía, con el insólito calificativo de haber crecido en segundo lugar en el mundo, detrás de China, y el cuarto eje, será la agenda internacional,con un gobierno que muestra simpatía con aquellos países donde los derechos humanos brillan por su ausencia, como Nicaragua, Irán, Rusia, Venezuela, Cuba...

Volverá el histórico "ah pero Macri", la referencia a la pandemia, la invasión de Rusia a Ucrania y el contexto internacional. Lógicamente, nunca se ocupará de preguntarse por qué los países cercanos al nuestro no tienen esos problemas de inflación, con la misma situación internacional. ¿Cómo explicar precisamente nuestra inflación cercana a los tres dígitos anual, cuando Uruguay, Brasil, Bolivia, Perú... apenas llegan a un dígito?

NUEVE DE MARZO

Los kirchneristas piensan hacer estallar los medios con el operativo clamor para que CFK se presente en las próximas elecciones. Hablan de "volver" cuando la realidad es que están desde el 2019, con la cuarta edición kirchnerista en el poder. Y piensan en una gran movida el 24 de marzo, cuando se conmemora el día de la memoria, la verdad  y la justicia.

Antes de ello, el jueves 9 de marzo se conocerán los fundamentos del Tribunal que condenó en primera instancia a CFK a seis años de prisión e inhabilidad para cargos públicos por la causa Vialidad, que se apoyó en una enorme cantidad de pruebas, que el fiscal Diego Luciani argumentó en nueve sesiones.

Justamente el mismo jueves 9 de marzo será día de sesión de la Comisión de Juicio Político, las dos caras de una Argentina, que se mueve entre la Antártida y el recinto legislativo.

ALGO DE HISTORIA

Recordemos que antes de la reforma constitucional de 1994, la inauguración de las sesiones del Congreso era el Primero de Mayo. Se pasó al primero de marzo con esa reforma. La historia dice que en los tiempos de sanción de la Constitución en 1853 los legisladores debían trasladarse en carretas a Buenos Aires, lo que implicaba varios días de viaje. 

En los tiempos modernos, con la rapidez de las comunicaciones, con el avión como principal vehículo, las distancias se achican y justifican que las sesiones ordinarias sean entre el primer día de marzo y el último de noviembre (antes de la reforma las sesiones terminaban el 30 de setiembre).

En cuanto a las sesiones extraordinarias, se extienden del 1 de diciembre al 28 de febrero, aunque solo pueden tratar los temas que envía el Poder Ejecutivo. En este caso fueron 27 pero todavía no pudo tratarse ninguno, porque la oposición decidió no concurrir mientras siga el oficialismo con el berretín de llevar a la Suprema Corte a un juicio político en el recinto, el que seguramente no va a prosperar porque se necesitan los dos tercios de los presentes, lo que el oficialismo nunca podría alcanzar. 

Solo quedará en las pantallas el circo mediático, con los "scaramouche" del oficialismo, las espadas de Leopoldo Moreau y Rodolfo Tailhade, frente a la oposición con las estocadas de Mario Negri, Paula Oliveto y Pablo Tonelli.

CANDIDATOS

Año 2023. Año electoral. Los temas más importantes de la gente serán los que tendrán que considerar los candidatos, porque la desocupación, la inseguridad, el narcotráfico, con Rosario como epicentro, la educación, las "pretensiones" de los mapuches, las medidas a tomar apenas se llegue al gobierno, los piqueteros, los planes, etcétera, hacen necesario que el ciudadano sepa a quien votar y pueda controlar que los elegidos cumplan lo prometido. Porque no hay que olvidar que un presidente llegado de La Rioja alguna vez confesó que si decía lo que pensaba hacer no lo iban a votar...

PD: Ah, no olvidar que llega marzo y comienzan las clases.

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