LOS SOTANOS DE LA DEMOCRACIA Y EL PRESIDENTE FERNANDEZ

 En una excelente nota en el diario La Nación, el prestigioso analista político Joaquín Morales Solá habla hoy de los sótanos del poder y de la democracia, y eleva las críticas al presidente de la Nación, Alberto Fernández, porque recuerda que al asumir el primer magistrado en el 2019 había dicho que iba a terminar con los sótanos del poder, pero últimamente, con la avanzada sobre la Justicia y la Suprema Corte, parece haber olvidado lo prometido.

Se podrá decir que el presidente ha incumplido un montón de promesas, desde aquel aumento a las jubilaciones mínimas a hacer todos los esfuerzos por la unidad y superar la grieta, sin embargo en esto que hace a la división de poderes, uno de los sustentos del sistema republicano, el profesor de Derecho, rubro del que se jacta desde un principio, se ha olvidado de la docencia y rompe todas las barreras para dar rienda suelta al choque de poderes y olvido de los deberes de funcionario público y de docente de la Facultad de la UBA.

Morales Solá critica ácidamente la decisión, junto a varios gobernadores, de promover el juicio político a la Suprema Corte y puntualmente al presidente del máximo tribunal, por entender que el fallo que tómo el Cuerpo en relación al reclamo de la Ciudad de Buenos Aires de recuperar lo que le quitaron por coparticipación resulta una extralimitación de la Corte.

Pero lo que mas llama la atención del periodista Morales Solá es que el presidente se haya olvidado de sus promesas de limpiar el sector de inteligencia, dejando de lado los sótanos del poder, para dar rienda suelta a esos oscuros laberintos, incluso con el conocimiento de que integrantes del sistema de inteligencia aparezcan sospechados de integrar ese rubro e incluso de utilizar métodos ilegales para meterse en cuestiones privadas, como hacer inteligencia sin autorización judicial sobre los celulares de los magistrados.

Todos recuerdan los males que el kirchnerismo desparramó en su momento con estas prácticas ilegales, como lo que se promovió contra el radical Enrique Olivera o contra el empresario, entonces político, De Narváez.

Estas prácticas ilegales ensuciann el sistema democrático y ponen en el tapete aquello de que todo vale, con un método sucio, Maquiavelo mediante, por el cual el fin justifica los medios que se empleen.

Fernández debería mirarse al espejo, replantearse su condición de profesor de la Facultad de Derecho, repasar la Constitución Nacional y hacercarne la situación de ser presidente de todos los argentinos, para no pasar a la historia como el que peor se desempeñó en estas cuatro décadas de democracia que se cumplen este año. 

Ojalá pueda dejarse llevar por la luz de la sabiduría y frente a la historia se pare como un estadista y no como hasta ahora en que "está" pero" dista" mucho de ser un ejemplo para las futuras generaciones. Que deje de lado la presión de la jefa y se de cuenta de que le faltan apenas once meses de presidencia para entregar el poder al que sea elegido en los comicios de octubre.

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