Por Eduardo Menescaldi
Años ha el kirchnerismo llenó los espacios con un video que se hizo viral y que rezaba a través de sus protagonistas, en su gran mayoría actores y actrices afines al oficialismo, con el lema: La Patria está en peligro.
Hoy vuelve a tener vigencia esa expresión pero ya no por los kirchneristas, al contrario por la oposición y por el ciudadano común que no entiende lo que pasa en este enero de 2023.
Desde el gobierno nacional, con la cabeza visible de Alberto Fernández, junto a una decena de gobernadores, algunos intendentes y referentes del oficialismo se alienta la posibilidad del juicio político a los integrantes de la Suprema Corte de Justicia. Para ello se fundamenta que se ha extralimitado con un fallo, algo que parece una broma de mal gusto, teniendo en cuenta que esta misma Corte, cuando Cristina Kirchner dejaba el poder (y no se lo entregaba como indica la Constitución a Mauricio Macri, sino que tuvo que intervenir en el medio Federico Pinedo) tuvo que desarrollar un fallo también por el tema coparticipación para devolver a las provincias de San Luis y Santa Fe fondos que le habían sacado.
Asumió Mauricio Macri y a los pocos días recibió este fallo de la Corte, bastante doloroso por lo que significaba en ese momento pero no lo esquivó y lo cumplió religiosamente. Lo mismo pasa ahora: la Corte falló para que el gobierno nacional devuelva a la Ciudad de Buenos Aires fondos de coparticipación que le sacó... Sin embargo, ahora el oficialismo se niega a cumplir el fallo y no solo eso, va a la ofensiva y con argumentos poco o nada jurídicos -curiosa cintura de un profesor de Derecho de la Facultad de la UBA que enseña a sus alumnos que no hay que acatar lo que decida la Corte- instala el tema del juicio político al Supremo Tribunal.
Se sabe, no hay que ser demasiado inteligente para darse cuenta, que aquí está la mano invisible de la dueña del poder (incluso del de Alberto), la vicepresidenta, que afectada por la condena de seis años de prisión que recibió por la causa Vialidad, ha decidido quemar las naves e ir por todo. Para eso apela a todas las baterías a su alcance: prensa oficialista, los funcionarios más adictos, etcétera. Así no extrañan las expresiones de funcionarios funcionales (esos funcionarios que funcionan diría CFK) como el ministro del Interior, el de Justicia, los gobernadores -el de Santiago del Estero y su par de La Rioja fueron los más explosivos, exabruptos mediante, incluso en el caso del riojano diciendo que no hay que acatar los fallos de la Corte, atentando contra la Constitución Nacional- y demás funcionarios que se encolumnan en una patriada que saben que es más ruido que nueces, porque difícilmente se puedan conseguir los dos tercios de los miembros presentes para avalar el juicio política.
De todas maneras el kichnerismo, que no ama la República y menos el sistema democrático, que aborrece la división de poderes y se lleva por delante todo lo que se contrapone, quiere terminar su último año de gobierno rompiendo todo lo que se pueda el sistema.
Así, por ejemplo, Teresa García acusa al presidente de la Corte, doctor Horacio Rosatti, de emperador; la titular de la Comisión de Juicio Político, la entrerriana Carolina Gallard, dice que el fallo de la Corte sobre la coparticipación es pornográfico. Lo sostiene alguien que defendió a rajatabla a su tío, el ex gobernador Sergio Uribarri, condenado por corrupción y quien tuvo que salir como rata por tirante de la embajada en Israel.
La Comisión de Juicio Político tiene varias causas para evaluar, porque no solo se trata del pedido a la los jueces de la Suprema Corte sino que hay varios proyectos dirigidos al presidente de la Nación, a la vicepresidenta y a otros funcionarios que hasta ahora durmieron el sueño de los justos y que seguramente serán reflotados con la embestida del gobierno nacional hacia otro poder del Estado.
Esta Comisión comenzará a reunirse en los próximos días y en sus filas tiene espadas de todos los files. Por el oficialismo, además de la entrerriana, hay que citar a dos duros como Leopoldo Moreau y Rodolfo Tailhade, este último ex integrante de la inteligencia del Estado y que suele recibir repetidamente chats que llegan a los medios en forma oscura y que reflejan el uso de instrumentos maquiavélicos.
Por la oposición aparece el cordobés Mario Negri, también su par Tonelli, que preparan la artillería para contrarrestar todo lo que se proponga desde el otro frente.
Así las cosas parece que la Comisión de Juicio Político puede convertirse, seis décadas después de su aparición en la pantalla de Canal 9, en una nueva puesta en escena de los Titanes en el ring, creación de Martín Karadagian con una pléyade de históricos luchadores como La Momia, el Indio Comanche, Pepino el Payaso, el Caballero Rojo, el Ancho Peucelle, el Superpibe, entre otros.
Los espectadores que se preparan para presenciar las sesiones de la Comisión -dicen que todas serán públicas y televisadas- tendrán una ardua tarea para equiparar a los diputados con aquellos luchadores que atrapaban a chicos y grandes hace décadas. Ahora son otros luchadores pero con intereses que muchas veces están fuera de la realidad, teniendo en cuenta los trucos que los titanes ensayaban y convencían a los chicos que los veían asombrados.
Mientras esto pase habrá temas 2023 que nunca dejarán de estar en la lista de los principales del pueblo argentino: pobreza, desocupación, seguridad, educación, inflación, justicia...
Un año electoral, el Congreso al rojo vivo desde una Comisión que prácticamente no se había reunido hasta ahora, y la necesidad desde el llano de evitar que aquellos que ponen a la República en peligro hoy no se la lleven puesta.
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