EL CUMPLEAÑOS DEL INOLVIDABLE ATAHUALPA YUPANQUI

 


Hoy, 31 de enero, se recuerda a uno de los más grandes artistas que dio la Argentina, y cuya obra sigue vigente y es una bandera folklórica para el país. Porque solo recordar El arriero -Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas- sintetiza la grandeza de Don Atahualpa Yupanqui.

Su verdadero nombre era Héctor Roberto Chavero y nació el 31 de enero de 1908, en Per(gamino. Falleció en Nimes, Francia, el 23 de mayo de 1992.

Fue un cantaautor, guitarrista, poeta y escritor argentino. Sin duda, consdierado como el músico argentino más importante de la historia de nuestro folklore. En 1986, Francia lo condecoró con la Orden de las Artes y letras musicales.

Su historia es apasionante porque la prematura muerte de su padre lo convirtió prácticamente en jefe de familia.

Fue improvisado maestro de escuela, tipógrafo, cronista y músico. Jugó al tenis, boxeó y también fue periodista.

Uno de sus temas emblemáticos, Camino del indio, lo escribió a los 19 años (Caminito del indio, sembrao de coyas, sembrao de estrellas, camino del indio que une el campo con las estrellas).

Alguna vez dijo que los días de la infancia fueron de asombro en asombro, de revelación en revelación.

A los 20 años llegó a la ciudad entrerriana de Urdinarrain con su guitarra. Trabajó en La Amarilla, donde volcó sus cifras y milongas. Ahí trabajó como peón para Casa Goldaracena.

Se casó con su prima, María Alicia Martínez, quien tenía un hijo nacido en 1923 de una pareja anterior. Fueron a Entre Ríos y en Urdinarrain nació la primera hija, Alma Alicia Chavero. Algún tiempo después se instalaron en Tala.

REVOLUCION

Atahualpa en enero de 1932 participó de una intentona revolucionaria yrigoyenista de los hermanos Kennedy, en La Paz, Entre Ríos, donde también estuvieron el coronel Gregorio Pomar y el escritor Arturo Jauretche, quien reflejó el hecho en el poema gauchesco El Paso de los Libres.

Tras la derrota Yupanqui se exilió y se refugió en Montevideo. Su esposa había vuelto a Junín, provincia de Buenos Aires. El 11 de enero de 1933 nació el segundo hijo, Atahualpa Roberto Chavero y en 1936 en Rosario, Santa Fe, nació Lila Amancay Chavero.

En 1934 volvió a Entre Ríos y se radicó en Rosario. Al año siguiente fue a vivir a Raco, a unos 40 kilómetros de Tafí Viejo, Tucumán.

NENETTE

Se separó de su primera esposa y conoció a Nenette Pepín Fitzpatrick, quien se convirtió en el pilar de su carrera artística. Como en esos tiempos las mujeres no podían registrar sus canciones, utilizó el nombre de Pablo del Cerro.

La dupla Atahualpa-Pablo del Cerro (Nenette) se transformó en una usina de temas que hicieron historia y que hoy son clásicos del folklore argentino. 

Los más grandes artistas argentinos interpretaron los temas de Yupanqui, conmo Mercedes Sosa, Alberto Cortez y Jorge Cafrune.

Tuvo que exiliarse en Francia donde finalmente se radicó, aunque en forma esporádica regresaba al país y a su lugar en el mundo, conmo Cerro Colorado, en Córdoba, donde reposan sus restos.

Durante 1963 y 1964 realizó una gira por Colombia, Japón, Marruecos, Egipto, Israel e Italia. En 1967 la gira fue por España, para instalarse en Prís.

En 1973 apareció en el filme Argentinísima II.

Con la vuelta de la democracia presentó varias obras en el famoso café concet y galería La Capilla, en Suipacha 842, Ciudad de Buenos Aires. En 1985 recibió el premio Konex de brillante como mayor figura de la historia de la música popular argentina. 

En 1987 regresó al país para recibir el homenaje de la Universidad Nacional de Tucumán

LOS TEMAS

Sería interminable citar las canciones que recuerdan como autor a Atahualpa (muchas junto a Nenette): Tú que puedes vuélvete, Tierra querida, Chacarera de las piedras, Recuerdos del Portezuelo, El alazán, Zamba de mi pago, Zambita del buen amor, Zamba del grillo, Piedra y camino, Luna tucumana, Coplas del payador perseguido, El arriero va, La añera, La milnga perdida, Le tengo rabia al silencio, Los ejes de mi carreta, Milonga del solitario, Preguntitas sobre Dios, Sin caballo y en Montiel, Viene clareando...

LA GUITARRA Y LOS PAJAROS

Decía Yupanqui con su enorme filosofía, hombre recorredor de caminos y apasionante difusor del silencio, entre otras cosas estas palabras inmortales: "La guitarra antes de ser instrumento fue árbol y en él cantaban los pájaros. La madera sabía de música mucho antes de ser instrumento".

Hoy el escenario mayor de folklore, en Cosquín, recuerda precisamente el nombre de Atahualpa.


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