En la próxima semana, lunes 23 y martes 24 de enero, la Argentina será sede del encuentro de CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe), y estarán en el país representantes de distintos países de la región, entre ellos -lo que sin duda preocupa- Cuba con el presidente Miguel Díaz Canel, Venezuela y su dictador, Nicolás Maduro y Nicaragua, con Daniel Ortega (aunque en este caso dicen que vendrá la vicepresidenta, Victoria Murillo, esposa del presidente).
El presidente argentino, Alberto Fernández, presidirá el encuentro de ese organismo, en medio de un clima enrarecido, sobre todo por la visita de quienes mandan en países donde los derechos humanos son reiteradamente violados.
Ya se sabe lo que es Nicolás Maduro y su Venezuela, donde se cooptan la justicia, el periodismo, la oposición, etcétera. Cuba es otra expresión de cercenamiento de las libertades y en el caso de Nicaragua, el presidente Daniel Ortega, repetidamente "elegido", aunque después de poner presos a los candidatos de la oposición.
La sola mención de estos personajes en el país mueve y conmueve. Incluso los mencionados o algunos ya abrieron el paraguas, como es el caso de Venezuela que alertó ante la posibilidad de que sus aviones sean embargados por los Estados Unidos.
Maduro ha dicho sin ponerse colorado que en este encuentro va a proponer una alianza de la CELAC con Irán, la Rusia de Putin y la China de Xi Jinping, países en los que la democracia y la libertad brillan por su ausencia. ¿Con esos regímenes vamos a buscar tener relaciones, porque desde ya aceptar encuentros con Nicaragua, Cuba y Venezuela resultad preocupante para la democracia?
Así las cosas "las relaciones peligrosas" que se intentan desde el kirchnerismo suelen ser un modus operandi de un régimen que en el país se está atreviendo a promover el juicio político a la Suprema Corte porque no satisfacen los fallos del Alto Tribunal.
Y a esa ensalada ahora hay que agregarle la posibilidad que anunció el gobierno de utilizar al sindicato de Camioneros y a los piqueteros estatales para controlar los precios en los Supermercados, todo un despropósito.
En este sentido, frente al intento de juicio a la Corte, la oposición se ha manfiestado en forma fuerte, incluso denunciando al presidente y a la vice por este afán de avanzar sobre la división de poderes.
Y en cuanto a la acción de sindicatos en el control de precios, también han habido denuncias penales a los funcionarios por avanzar sobre la propiedad privada.
Así las cosas la semana próxima tendrá el ojo de la tormenta en estas "visitas ilustres" que seguramente van a provocar más que una protesta.
Si alguna vez, cuando Néstor Kirchner era presidente armó una contracumbre en Mar del Plata, porque no le gustaban los personajes que venían al país por la Cumbre de las Américas, desde el respeto a las instituciones por lo menos habría que buscar una manera de repudiar a estos regímenes autocráticos.
Alberto Fernández va a presidir la CELAC en los próximos días. ¿Qué términos terminará defendiendo en las relaciones exteriores, porque Cuba, Venezuela, Nicaragua constituyen una línea media que por lo menos da un poco de miedo y justifica hablar de "relaciones peligrosas"?
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