UN PERIODISTA DE LA TV PUBLICA CALIFICO A LOS JUGADORES DE "DESCLASADOS"

 Mientras se evaluaba la posibilidad de que los jugadores del campeón mundial de fútbol pasen por la Casa Rosada en su periplo desde Ezeiza que comenzará en las próximas horas, en un hecho histórico y multitudinario, sorprendió la expresión de un periodista de la TV Pública, que comentando la situación calificó de "desclasados" a los jugadores... si no pasan por Casa Rosada.

La palabra "desclasado", diccionario mediante, habla de alguien que no está integrado en un grupo social o que se encuentra en uno que no le corresponde.

Evidentemente, este periodista podría representar el pensamiento de algunos sectores del oficialismo que pretender subirse al colectivo de los triunfadores para llevar agua a su molino.

No hay que olvidar que en su momento Lionel Messi donó respiradores para los hospitales y esos elementos  nunca llegaron y siguen varados en contenedores. Tampoco hay que olvidar que el presidente Fernández encabezó en su momento una movida contra el presidente de AFA, Chiqui Tapia.

Asimismo el gobierno no debe dejar de entender que este triunfo es solo de los jugadores, el cuerpo técnico y por supuesto los millones de argentinos que festejan a lo largo y ancho del país.

Este plantel se caracterizó por su humildad, está integrado por gran mayoría de futbolistas que debieron sumar esfuerzos para llegar a primera y a la selección. Por citar ejemplos, Lionel Messi a los 13 años dejó Rosario para iniciar un tratamiento de crecimiento en el Barcelona. El dibu Martínez es oriundo de Mar del Plata y siempre refirió lo que le costó llegar: a los 13 años fue a Independiente de Avellaneda y a los 18 fue transferido al Arsenal de Inglaterra. Julián Alvarez nació en un humilde hogar cordobés en la ciudad de Calchín, llegó a Ríver y hoy juega en Inglaterra.

Hay muchos ejemplos de alcanzar un objetivo después de mucho sacrificio, con el mérito como elemento fundamental. 

Calificar de "desclasados" a los jugadores es una expresión bien kirchnerista, que no entiende que alguna vez los logros son con mérito y no con política partidaria, en la que muchas veces se apuesta al clientelismo, a la extorsión u otros métodos que se dan patadas con el sentido común.

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