La selección argentina está en una final, la sexta en sus participaciones en los mundiales de fútbol.
Y eso se saborea en todo el país, de punta a punta, de este a oeste, de norte a sur. Los argentinos hoy salieron a festejar después de la gran victoria sobre Croacia, y ahora se van a transitar los días previos al gran partido final del próximo domingo al mediodía, hora de nuestro país.
El fútbol y esta selección están logrando lo que no pueden conseguir los gobiernos, tanto el actual, con todas sus grietas como los anteriores.
Alguien que se puso a estudiar la cuestión, reveló que el fútbol alcanza estas emociones porque supera todas las mezquindades, hasta los periodistas que se suben al carro triunfal o que pretenden creer que puede haber algunos a los que les pese la performance del seleccionado.
Un ejemplo de esos periodistas, C5N por medio, Gustavo Silvestre, quien empezó su programa eufórico y celebró que la selección esté en la final "a pesar de que le pese a algunos".
No sabemos si cuando hace este agregado se está refiriendo a comunicadores de su línea editorial, que se la pasaron criticando al ex presidente Mauricio Macri, acusándolo de "mufa". Hasta armaron jugadas con este argumento y pidieron que el ex presidente dejara de ver los partidos de la Argentina.
Aquí lo que se celebra es el ejemplo de una selección, que con sacrificio, esfuerzo, equilibrio, comunidad, da estos testimonios. Donde el genial Lionel Messi se acuerda de los que no pudieron estar en el mundial por lesión, como Nico González, Joaquín Correa y Gio Lo Celso.
El domingo será el día D. Nuestra selección podrá alcanzar el sueño de un título mundial, y si eso no sucede, también habrá que festejar un eventual subcampeonato. Para que los que mandan entiendan y saquen las conclusiones de un mensaje que tendrán que aprender de una vez por todas. La alegría que produce la selección es, lamentablemente, la única de la que los argentinos podemos disfrutar. Hasta el propio arquero Dibu Martínez lo dijo en su momento: Queremos seguir dándoles alegría a los 45 millones de argentinos que no la están pasando bien en lo económico.
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