MILLONES ACOMPAÑAN A LA SELECCION DESDE EZEIZA A LA NUEVE DE JULIO

 Finalmente, el micro que transporta a los campeones del mundo de fútbol no pasará por Casa de Gobierno, lo cual es una respuesta a lo que significa profundamente esta celebración. Es un festejo de la gente que por millones celebró el logro a lo largo y a lo ancho del país.

Y aunque se haya declarado hoy día feriado nacional -un despropósito que algunas provincias tomaron con sentido común y prefirieron no adherir- la realidad es que el culto al trabajo y la defensa de la buena gente pasa por compartir con los campeones este dia pero seguir sumando brazos al desarrollo de un país que necesita hoy más que nunca de todos.

Aunque al gobierno de los Fernández les disguste -todavia se comenta lo que dijo Aníbal, el ministro de Seguridad de la Nación de que en el 86 alguien invitó a los campeones de entonces a celebrar desde los balcones de la Casa de Gobierno y dio un paso al costado para no estar en los históricos balcones, y la pregunta es por qué dijo alguien y no mencionó al presidente Raúl Alfonsín- la realidad es que no era para que los campeones celebren con los que gobiernan, que muy poco han hecho a favor los que celebran.

Se espera que el paso de hombre con el que se mueve el micro no tropiece en ningún momento con algún incidente, aunque se cree que la llegada del micro, no al Obelisco como se dijo en un principio, sino hasta el cruce de la Autopista 25 de Mayo y la 9 de Julio, en que retomará la vuelta a Ezeiza.

Ese periodista que ayer dijo en la TV Pública que los futbolistas son "desclasados" porque no van a la Casa de Gobierno se sentirá sartisfecho con su definición, que sintetiza el pensamiento del kirchnerismo. Y algunas versiones han dicho que hubo intentos, léase aprietes, a directivos de AFA y a los jugadores para amenazar con retirar avisos de YPF, empresa que está con la selección.

Remate final: los futbolistas y el cuerpo técnico se encargaron de que todos entiendan que este logro es de los millones de argentinos que viven en este territorio y que se merecen disfrutar del logro. Lo que no significa que mañana,con el comienzo del verano, todas las cosas vuelvan a la normalidad: el rico a su riqueza, el pobre a su pobreza y el señor cura a sus misas... Vamos bajando la cuesta porque allá arriba terminó la fiesta.

Ojalá que a la hora de la desconcentración no se produzcan incidentes, aunque hay algunos hechos que preocupan en estos momentos, como esos inadaptados que se suben a palos, a semáforos, a lugares inseguros con todo lo que eso implica.

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