Por Eduardo Menescaldi
Se habló de cinco millones de personas en la manifestación de ayer en que los argentinos se movilizaron para saludar a los futbolistas y cuerpo técnico, campeones mundiales 2022 en Qatar.
Frente a tamaña cantidad de gente, los hechos lamentables ocurridos a través de los inadaptados de siempre fueron la única mancha negra del gran acontecimiento de ayer.
Los "bárbaros" rompieron negocios, destruyeron un kiosco de diarios, rompieron cristales, vandalizaron el Obelisco, etcétera, demostrando que los gobiernos no pueden, no saben o no quieren evitar los males mayores.
Si el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, pretende ser presidente va a tener que tomar cartas en el asunto porque no puede ordenar la seguridad de su distrito. Y ahora que se anuncian nuevos acampes en CABA el funcionario tendrá que demostrar que está capacitado para controlar la seguridad de la ciudad, porque si no lo puede hacer en su lugar, ¿cómo va a hacer cuando se trate de gobernar un país?
La manifestación de ayer volvió a poner sobre el tapete la existencia de un gobierno escindido, porque por un lado el ministro de Seguridad de la provincia, Sergio Berni, dijo que controló las cosas dentro de su distrito, pero su par de la Nación, Aníbal Fernández, declaró que Berni no hizo nada para que el micro llegue a Capital y hubo que recurrir a los helicópteros para sacar al plantel de la varadura.
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, quedó en la historia como el único que no pudo sacarse la foto con el plantel campeón del mundo, por más que haya movido cielo y tierra para que eso sucediera. Incluso, armando una campaña mediática -a través del canal hiper cristinista C5N y el periodista Jorge Rial como estandarte- que aseguraba que los jugadores iban a ir a la Casa Rosada.
El ministro de Interior, Wado de Pedro, quiso sacarse la foto con Messi y sus muchachos cuando bajaron del avión en Ezeiza y el propio capitán, el presidente de AFA, Chiqui Tapia, los gambetearon con la mejor cinturá y quedaron literalmente desairados. ¿Y pretenden que De Pedro sea candidato a presidente desde un sector del oficialismo?
Civilización y barbarie, escribió Domingo Sarmiento hace muchos años ... y hoy ha vuelto a aparecer esa definición, cuando se tienen en cuenta los destrozos que se cometieron en la zona del Obelisco. Por más que el presidente Fernández se ufane de decir que todo trascurrió con tranquilidad y que no hubo desmanes. Una de las comerciantes afectadas por los destrozos le respondió diciendo que "vive en Albertolandia, como cuando en la pandemia nos encerraba y el y su gente vivía de joda".
La selección y la enorme manifestacion de ayer puso en el candelero que el país tiene gente maravillosa y gobernantes lejos, lejísimo de los San Martín, los Belgrano, los Sarmiento, los Mitre, los Roca....
Hay, eso sí, los Esteban Bullrich, quien pese a su enfermedad publicó en las redes, a raiz del feriado n acional que decretó el gobierno ayer, que si eso se aprendió de la lección que dio el equipo argentino de fútbol no hemso aprendido nada acerca de los verdaderos valores.
La gran manifestación de ayer, sin planes, extorsiones, colectivos, clientelismo, etcétera, demostró que la mayoría de los argentinos se congregan en torno a un objetivo común. Ningún gobierno lo ha logrado en los últimos tiempos, sobre todo el kirchnerismo, y ese debería ser un desafío para los que pretenden gobernar.
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