En el juego de la Rayuela, que imaginó el gran escritor Julio Cortázar, el final está en el cielo. Y a ese objetivo se aferra hoy el equipo nacional que conduce Lionel Scaloni y que tiene al otro Lionel, como gran capitán, para lograr su tercer título mundial de fútbol en la historia.
Por supuesto no será fácil la empresa para el elenco albiceleste que se mide desde las 12 con el último campeón mundial, la Francia del técnico Didier Deschamps, y que cuenta con grandes jugadores como Giroud, Griezman y el veloz Kilian Mbappé.
Scaloni anunció que jugará Angel Di María de entrada y que en defensa será Nicolás Tagliafico el que ocupe el lateral izquierdo (frente a la posibilidad de la vuelta de Marcos Acuña tras la fecha de suspensión).
En suma el equipo albiceleste irá con Emijliano Dibu Martínez; Nahuel Molina, Gabriel Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister; Angel Di María, Julián Alvarez, Lionel Messi.
Será árbitro el polaco Szymon Marciniak.
A lo largo y a lo ancho del país, desde Ushuaia a La Quiaca y desde Las Cuevas a Alem, en todas partes se respira ansiedad, emoción, nervios, y todo lo que puede signiicar la adrenalina de una final del mundo de fútbol.
El deporte más popular de la Argentina y quizás del mundo tiene en vilo a un país, con el agregado de la multitud de argentinos que hoy coparán el estadio de Doha, en Qatar, para alentar a la selección.
Habrá una ceremonia previa de clausura del certamen y luego, la gran hora de la verdad.
En caso de empate al cabo del tiempo reglamentario, se jugarán 30 minutos de alargue y si persiste la igualdad, se recurrirá a los penales.
Por supuesto los sueños están en todos los argentinos con la esperanza de una definición dentro del partido y no tener que padecer el suplementario y los penales.
El fútbol ha logrado, aunque sea por un rato, olvidar la grieta y la expectativa es enorme. Se estima que tras el encuentro, ya sea a eso de las dos de la tarde, si hay definición sin alargue o a eso de las tres, si también hay penales, habrá festejos en todo el país, porque cualquiera sea el resultado final habrá que festejar a una selección que ha dado un ejemplo de comportamiento, unidad, compañerismo, esfuerzo... con una gran capacidad para superar la adversidad -no olvidar la derrota en el partido inicial- y llegar a la final en la que quedaron afuera 30 de las 32 selecciones participantes.
Función de gala para la selección argentina, que en el juego de la Rayuela, que escribió Cortazar en París, pretende llegar al Cielo del título mundial.
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