Si algún funcionario pensaba que el mundial de fútbol y una excelente actuación de la selección argentina iban a tapar durante casi un mes la realidad económica y política del país, la realidad dice que las cosas no pueden ocultarse.
Eso se vivió poco después de la increíble e inesperada derrota del elenco albiceleste en Qatar ante Arabia Saudita, que llegaba al partido como partenaire y terminó siendo protagonista. Puso en el candelero la posibilidad de que si el próximo sábado la Argentina pierde con México -que hoy empató con Polonia y zafó de la derrota porque su arquero atajó un penal- tendrá que hacer las valijas mucho antes de lo pensado.
Resulta increíble, al igual que la derrota y los tres goles anulados al seleccionado nacional, que desde el oficialismo duro comience a hacerse rodar la especie de que la culpa de la derrota pasa por el ex presidente Mauricio Macri, quien integra el staff de FIFA y estuvo en el plalco principal.
Son excusas que rayan la infantilidad y que demuestran la falta de cintura que exhiben los sectores duros del cristinismo, con esa pasión de su jefa de echar siempre al otro la culpa de sus males.
Cristina Fernández dijo en el estadio Unico de La Plata que cuando ella estuvo en el poder fueron los años felices, y prácticamente ignoró la realidad actual, porque el gobierno de Alberto Fernández fue creado por ella, a tal punto que hoy es vicepresidenta y en el momento del acto en la capital bonaerense estaba en la presiencia porque el primer magistrado se encontraba regresando de su viaje a Francia y Bali.
Frente a esta realidad, con una desocupación ´récord, problemas de inseguridad, falencias en distintos aspectos del gobierno, la suba del dólar blue, etcétera, se pretende ignorar la responsabilidad que le cabe, como para convencer a su sector duro con aquello de que "vamos a volver, Cristina presidenta...", como si hoy no fueran gobierno.
Cristina teme lo que viene desde la justicia, con la causa principal de Vialidad, que la tiene involucrada con una avalancha de pruebas, que llevaron a los fiscales Luciani y Mola a solicitar al Tribunal la pena de doce años de prisión.
Esto es lo que no deja dormir a CFK, que busca todos los laberintos habidos y por haber para esquivar lo que se viene. Se dice que después de la última defensa de la propia Cristina el 29 de noviembre no pasarán demasiados días para conocer finalmente la sentencia.
Y ese veredicto genera preocupación porque desde el cristinismo repitieron aquel latiguillo de que "si la tocan a Cristina va a haber quilombo", con todo lo que eso significa.
El mundial era una exclusa para que todos estos temas pudieran ser relegados, pero el golpe de esta mañana argentina puso otra vez en primer plano la posibilidad de quedar afuera mucho antes de lo previsto. Habrá que echar oraciones a "San Messi y compañeros" para que el sábado ante México aparezca la recuperación y vuelva el alma al cuerpo.
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