Gustavo Alfaro, técnico de la selección de Ecuador, brindó una conferencia de prensa en la antesala del debut de su equipo ante el país organizador, Qatar, en el marco del mundial que empieza mañana.
Y el hombre nacido en Rafaela el 14 de agosto de 1962 dejó el sello de su impronta, esa misma que puso en juego durante su exitoso paso por Quilmes, con aquel ascenso en cancha de Ferro y con la gran campaña del año siguiente que puso al Cervecero en la Copa Libertadores de América.
En la extensa charla Alfaro dejó picando frases, muy propias de su formación y de su manera de pensar. Cuando se le preguntó sobre Ecuador y sus posibilidades con este equipo, dijo que "es muy difícil cuantificar una ilusión".
Como los periodistas pretendían que el jugador Moisés Caicedo que participaba de la conferencia diera su opinión sobre los derechos humanos, por el hecho de que no se respetan en Qatar, el técnico salió al cruce y pidió con una sonrisa que no lo metieran en problemas al chico. "Estamos a favor de todos los derechos humanos en todo el mundo y de la igualdad. Bregamos por eso. Ellos son jugadores de fútbol. Tienen sus derechos, sus sueños, sus ilusiones y merecen ser respetados por eso.
Alfaro habló de su carrera de treinta años como técnico y de los pasos que fue dando, desde el comienzo en Atlético Rafaela, pasando por Quilmes, Olimpo, San Lorenzo, Boca Juniors, Arsenal, Rosario Central, Huracán, Gimnasia La Plata, Belgrano, Al Alhi (Arabia Saudita), Tigre...y de los escollos que tuvo que superar. "He tenido el privilegio de recorrer todas las categorías, y de llegar a dirigir en el ascenso y en primera, y ahora a una selección en un mundial.
Habló de "entrenadores llenos de prestigio que marcaron un antes y un después en el fútbol argentino, para dignificar la profesión.
Se refirió a los argentinos que están en el mundial -además de él, Scaloni y el Tata Martino en México- y se ocupó de los técnicos argentinos campeones del mundo, como César Menotti y Carlos Bilardo.
También recordó que hubo técnicos argentinos que tuvieron el debut en mundiales en el partido inaugural, como César Menotti, Carlos Bilardo y Juan Antonio Pizzi, que lamentablemente perdieron ese encuentro.
"Ojalá pudiera levantar la Copa aunque pierda el primer partido" ironizó, agregando que en el partido inaugural el favorito era Qatar y no Ecuador, como había dicho el técnico qatarí. Recordó que su rival es un elenco ordenado, que se preparó en forma eficiente para este mundial.
Volvió a los orígenes y a los pasos que fue dando como técnico, y se definió orgulloso de ser un producto auténtico de su querida ciudad de Rafaela, "mi ciudad del interior del interior del país.
Reconoció que había superado escollos y que llegó a dirigir en primera luego de sortear varias trampas, porque le decían que no le daba la capacidad, que no podría y que no sabía.
En ese sentido superó los obstáculos y remató diciendo que "cuando los sueños son auténticos, resisten".
Un Alfaro auténtico y lo recordamos en Quilmes con el mensaje que se hizo viral: la única batalla que se pierde es la que abandona.
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