EN LAS VISPERAS, LA SELECCION ARGENTINA TRANSMITE CONFIANZA

 El golpe del pasado martes ya quedó atrás. Las informaciones que llegan de Qatar hablan de confianza en el seleccionado argentino de cara al gran partido de mañana a las 16, hora argentina, ante México.

Se sabe que la victoria es como agua en el desierto, porque el empate y sobre todo la derrota significarán hacer las valijas en primera vuelta.

Hoy habló el técnico Lionel Scaloni y el delantero Lautaro Martínez, quienes ratificaron el clima de confianza que se vive para revertir rápidamente la situación.

El equipo venía de 36 fechas sin derrotas y de pronto una inesperada caída ante el inteligente Arabia Saudita generó un mar de dudas y de preocupación. Algunos lo expresaron con el temor  a quedar afuera y otros apelaron a la irracionalidad, como esa "banda" de irracionales que pretendieron justificar la derrota en el esoterismo, léase hablar del ex presidente Mauricio Macri como mufa e incluso emprender una lamentable cruzada para que no esté mañana (Macri es titular de la Fundación FIFA). 

Así las cosas habrá que ver qué cambios hará el técnico Scaloni y de qué manera el equipo, y fundamentalmente su figura, Lionel Messi, inflan el pecho y apuestan a recuperar el espacio perdido.

Ya se sabe que el árbitro será el italiano Daniele Orsato.

No será un sábado más para los argentinos, fundamentalmente para los amantes del fútbol, un deporte que mueve y conmueve, y que en nuestro país tiene una popularidad manifiesta.

Habrá que prepararse para cualquier situación, incluso la más dolorosa. Porque, como dijo alguien con una cuota de sabiduría, antes que el fútbol está la República. Se puede perder un partido de fútbol, ojalá que no ocurra mañana, pero lo importante es no perder la República.

Un resultado adverso puede incidir en el humor social de los argentinos, que ya estamos padeciendo las irracionalidades a nivel gubernamental. Incluso se llegó al colmo de escuchar a una funcionaria decir que por un mes los argentinos tenemos la cabeza en el Mundial y olvidamos los problemas propios, como la inflación entre otros. ¿Qué pasa, señora funcionaria, si el fútbol nos da una cachetada?

Mientras tanto habrá que seguir confiando en este equipo que está dispuesto a dar vuelta el golpe del martes.

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