EL VIERNES LLEGA EL PRIMER CAMPEON MUNDIAL DE CICLISMO, OCTAVIO DAZZAN

 El próximo domingo habrá una prueba de ciclismo, la Vuelta de la Ciudad de Buenos Aires, en Puerto Madero, oportunidad que será propicia para homenajear al primer campeón mundial juvenil de velocidad pura, el quilmeño Octavio Dazzán. Vale señalar que el propio deportista confirmó que por tal motivo el viernes llega al país.

Octavio fue campeón mundial a los 17 años aquel histórico 25 de junio de 1975, en Lausana, Suiza. Desde hace años reside en Settimo Torinese, en el norte de Italia, en la región de Turín, capital de Piamonte.

Si se recurre a los archivos de la histórica revista "El Gráfico" de aquellos tiempos, puede mencionarse la emotiva nota que escribió el periodista Bruno Passarelli, con toda la emoción por la coronación de Octavio, en un escenario duro y hostil, en el que tuvo que hacer valer su potencia y amor propio para superar todas las barreras.

Dice el periodista que aquel 25 de junio en la ciudad suiza, a las 22.35, todo era festejo con el joven Octavio Dazzán festejando el título mundial de velocidad pura. Había sido entrenado por su padre, Luis y con un equipo formidable, encabezado por el técnico Antonio Alexandre.

La prueba se disputó en Lausana, a orillas del Lago Leman, en el maravilloso paisaje de los Alpes suizos.

Octavio ya había dado muestras de sus posibilidades en las pruebas de preparación, con importantes tiempos: 11.6 y 11.7.

Los entrenamientos previos fueron en el velódromo Vigorelli, en Milán.

Dice el periodista que las buenas performances de Dazzán molestaban al entorno mundial. Incluso agrega que le decían que no se desviara de la línea porque de lo contrario lo iban a descalificar.

La primera competencia fue contra el alemán Gerad Scheller y el italiano Mantino. En esa prueba el italiano tomó de la camiseta a Octavio, se desequilibra y arrastra al alemán Scheller en la caída, y con la llanta pelada cruza la línea de sentencia. Octavio se gana el aplauso de la concurrencia. Increíblemente se le da ganada la prueba a Scheller. Dazzán tendrá que ir al repechaje, lo mismo Mantino.

El repechaje del quilmeño es con el venezolano Alvarez. En la última curva al venezolano le estalla el tubular trasero a 70 kilómetros por hora, arrastra a Dazzán, con una espantosa caída. El venezolano es llevado al hospital con una costilla fisurada.

Aquí se vuelve a mostrar el clima contra el quilmeño, porque los organizadores dicen que en diez minutos se larga el repechaje. Si Octavio está mal, entonces que no corra, le aconsejan.

Sin embargo, aquí sale a flote el amor propio. Se le aplican cuatro puntos en la barbilla y se le vendan las distintas heridas. Alguien comentó en ese momento que "era como llevar a una momia a la raya montada en una bicicleta". Tal era la imagen que daba el joven Octavio.

Aquí tuvo una cuota de fortuna porque ganó por walk over, ya que el venezolano Alvarez no se presentó.

Con todos estos problemas encima, Dazzán no se amilanó. Al contrario sacó fuerzas de donde no tenía y le ganó la competencia a Villoresi, quien dijo que no se podía hacer nada contra Octavio, porque era "troppo forte".

La siguiente competencia fue contra el alemán Kuschich. Dazzán ganó esta semifinal y llegó la final contra el alemán Scheller. 

Fue victoria de Octavio y como cuenta Passarelli a las 22.35 de ese día en Lausana todo era festejo en el equipo argentino.

"Debió luchar contra la adversidad, los rivales, la mala intención de los jurados y el medio hostil, pero la satisfacción fue ver la camiseta blanca con el arco iris en el centro".

Dice el periodista que lo que alguna vez enfundaron Fausto Coppi, Koblet, Bevilacqua, Maspes y Eddy Mercks, ese día lo lograba Octavio Dazzán.

Recordamos la página de la revista El Gráfico que así relató la prueba de aquel histórico 25 de junio de 1975. Octavio llegó de Quilmes y abrazó el primer título mundial juvenil de velocidad pura.

El domingo será homenajeado en Puerto Madero, y sin duda es un motivo de orgullo para los quilmeños.

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