LUIS LANDRISCINA, PROCER DEL HUMOR PROVINCIANO, EL ARTE Y LA EJEMPLARIDAD


 Por Eduardo Menescaldi

Tiene 86 años y la lucidez de los grandes. Luis Landriscina (foto), chaqueño de pura cepa, estuvo anoche en el programa que conduce Nelson Castro por TN, El Corresponsal. Y como siempre dejó su huella con su hablar pausado y profundo, como para tenerlo muy en cuenta en estos tiempos que corren.

Desde que allá lejos y hace tiempo fue revelación en el histórico festival de Cosquín, Luis recorrió el país y el mundo con su particular manera de pintar la regionalidad argentina. Como el suele decir no cuenta chistes sino cuentos, y en esos relatos recorre los distintos espacios de la patria, contando el humor cordobés, la musicalidad de los mesopotámicos, la profundidad de los cuyanos, la soledad de los patagónicos, el carnavalito de los jujeños, la cueca de los riojanos y catamarqueños, la llanura de los pampeanos, la soberbia de los porteños...

Se suele definir como un pintor o relator de los usos y costumbres de los paisanos.

Cada vez que es invitado a un programa deja su impronta, como ocurrió anoche con el periodista Nelson Castro.

Suele comentar con preocupación que los jóvenes saben de la Argentina por el DNI pero no tienen patria, y la sangre que se regó para construirla. No se les explica qué es eso de hacer patria.

Siempre comenta su amistad con el doctor René Favaloro, a quien ensalza como un auténtico patriota.

Y agrega otras amistades de lujo, como el quíntuple campeón mundial de automovilismo, Juan Manuel Fangio.

Vale recordar que en noviembre del año pasado se trasladaron los restos de Fangio desde el cementerio de Balcarce hasta el Museo Fangio, donde se construyó un mausoleo especial.

En esaa ocasión estuvo Luis Landriscina y recordó una anécdota con Fangio. Fue cuando el quíntuple campeón, en honor a la amistad con Landriscina, le regaló un reloj Rolex Daytona, que le había dado la Alfa Romeo después del primer título mundial en 1951. En el reloj estaba la leyenda: Alfa Romeo per Fangio.

Agregó Luis que en ocasión de un encuentro con Fangio, por el cumpleaños de un 24 de junio, Landriscina le preguntó qué quería que le regalara por ese acontecimiento y Fangio le dijo: algo que te duele. Fue así que Luis le obsequió el poncho que lo acompañó toda su vida.

Emocionado, Fangio no olvidó el gesto y dos meses después lo llamó para regalarle el Rolex.

Cuando se realizó el traslado de los restos de Fangio al Museo de Balcarce, Landriscina decidió donar al Museo tanto el Rolex como una carabela con velas de filigrana bañada en oro, que le había entregado otra gloria del automovilismo como Froilán González, luego de vencer en una carrera en Portugal. Y en ese Museo también está el poncho histórico de Luis.

Escuchar a Landriscina contar estas anécdotas mueve y conmueve.

Pero sobre todo sacude su humildad, del no pararse por encima de los demás, el peor de los pecados del artista porque significa humillar a ese público que lo sigue y admira.

En la entrevista habla de algunas discusiones con el representante después de una actuación porque siempre sale por la puerta principal, donde lo esperan sus seguidores, para sacarse fotos, firmar autógrafos, etcétera, entendiendo que son los responsables de su labor artística.

TRABAJO Y PLANES

Alguna vez dijo que "mientras a la gente se le siga dando planes y no trabajo, la cosa va a seguir así. Creo que tampoco se le habla a la gente de la dignidad en el trabajo, no se insiste en eso. Hay gente que tiene dignidad y con verguenza debe aceptar un plan porque no encuentra trabajo.

Asimismo sostuvo que "hay que tener respeto y misericordia por la gente que no tiene los recursos. No debiera ocurrir en un país donde se producen alimentos para 400 millones de personas y apenas somos algo más de 40 millones".

Landriscina tiene la sabiduría de los grandes y cada presentación como cada charla deja una huella indeleble.


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