EL RECUERDO DE "LA MERELLO", ACTRIZ Y CANTORA DE TANGO


 Nació un día como hoy en el 2004, en uno de los barrios más emblemáticos de la Ciudad de Buenos Aires. Se llamaba Laura Ana Merello (foto) y es una de las cantantes y actrices más recordadas del país. Hija de un chofer, muerto de tuberculosis cuando tenía apenas cuatro meses y de una madre que no la podía criar y la mandó a un orfanato.

Por tal motivo, no recibió una educación tradicional. Desde chica trabajó en el campo, y a los quince años regresó a Buenos Aires.

Comenzó a cantar desde chica, con un estilo arrabalero que la hizo inigualable.

Siempre dijo que su vocación nació por la necesidad de dejar la vida miserable que tenía. A los 20 años ya sabía lo que significaba triunfar. El canto, el baile, el tango se encontraron en ella, para convertirse en estrella del espectáculo.

Fue la gran estrella del Maipo, donde se ponían en escena los espectáculos de revista más importantes de la Argentina.

En la segunda mitad de la década del 20  grabó sus primeros discos de tango. En la década del 30 mostró su calidad y su ductibilidad artística. Fue periodista de la revista Voces y escribió letras de tango. Años más tarde, en 1972, presentó su libro autobiográfico, bajo el título La calle y yo.

Durante la dictadura tuvo que actuar en lugares oscuros del interior. Cantaba casi a escondidas.

La vuelta de la democracia  le permitió resurgir, para recuperar el escenario perdido.

EN EL CINE

El cine dejó una huella imborrable de Tita Merello. Actuó en más de veinte películas, entre otras Idolos de la rdio (1934), Así es el tango (1936), Don Juan Tenorio (1948), Filomena Marturano (1943), Arrabalera (1949), Los isleros (1951), Mercado de abasto (1954), La morocha (1955), Viva la vida (1969), La madre María (1974), Los miedos (1980).

Sus monólogos televisivos fueron icónicos. Siempre alertando a la mujer con la necesidad del Papanicolau. Con su historia de vida, daba clases de conducta. 

Se dice de mí... sintetiza como ningún otro tema la personalidad de Tita Merello.

El gran amor de su vida fue el actor Luis Sandrini, quien la dejó por Malvina Pastorino.

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