El obispo de Quilmes, monseñor Carlos Tissera, recordó que hoy se cumplen 60 años del histórico Concilio Vaticano II, convocado e inaugurado por el Papa San Juan XXIII.
Tissera señaló que en ese tiempo era niño y que tiene muy presente esos días. "Nos habíamos preparado desde el año anterior con una oración que rezábamos en todas las misas.
Agregó que todos están haciendo el camino sinodal diocesano. "Este aniversario nos trae al corazón ese acontecimiento que transformó la vida de la Iglesia en el siglo XX y que aun va dando sus frutos. Somos herederos de las enseñanzas del padre obispo Jorge Novak, quien gustaba decir que su originalidad consistía en ser un obispo del Concilio Vaticano II.
Explicó que fue el papa Francisco el que encabezó la misa por los 60 años del Concilio, asimismo dio comienzo el año de preparación para el Jubileo 2025, dedicado a retomar y reflexionar sobre las cuatro constituciones conciliares.
El acto empezó con algunos pasajes del significativo discurso de San Juan XXIII, en la apertura del Concilio. Al final de la Eucaristía el Papa Francisco encendió las antorchas a algunos fieles que pasaron la llama a los reunidos en la Basílica e instó a todos a mantener vivas las enseñanzas del Concilio.
Se recordó la procesión de antorchas que tuvo lugar aquel 11 de octubre de hace seis décadas con el famoso "discurso a la luna" de San Juan XXIII.
DESDE LA DIOCESIS
"Nosotros, desde la diócesis -dijo Tissera- uniéndonos a esta conmemoración, queremos renovar nuestro compromiso de crecer en espíritu sinodal, revitalizando los cuatro cauces fundacionales de nuestra iglesia particular que echan raíces en las enseñanzas conciliares. El Sínodo de los obispos fue instituido por San Pablo VI al inicio del cuarto y último período del Concilio atendiendo a las peticiones de muchos países conciliares. El próximo Sínodo universal 2023 tiene como temática la sinodalidad.
"La finalidad del Sínodo era y sigue siendo la de prolongar, en la vida y en la misión de la Iglesia, el estilo del Concilio Vaticano II, así como la de fomentar en el Pueblo de Dios la apropiación viva de sus enseñanzas, con la conciencai de que ese Concilio representó la gran gracia de la que se ha beneficiado la Iglesia en el siglo XXI. Una tarea que dista mucho de estar agotada, dado que la recepción del magisterio del Concilio es un proceso continuo, en algunos aspectos todavía incipiente" escriben en la carta la Secretaría General del Sínodo, publicada hace unos días.
El actual proceso sinodal sigue también la senda del Concilio: "Después de todo, comunión, participación y misión -los términos del Papa Francisco, ha querido incluir en el propio título del camino sinodal, convirtiéndolos en las palabras clave, por así decirlo- son palabras eminentemente conciliares".
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