UN PAIS SIN NEUMATICOS, CUESTA ABAJO EN LA RODADA...


 Por Eduardo Menescaldi

La anomia parece haberse apoderado de algunos aspectos de nuestro querido país, y ahora se sumó el tema de las fábricas de neumáticos. Las tres principales -Fate, Bridgestone y Pirelli- han anunciado cierres de plantas temporarias por el conflicto gremial que ha provocado una situación lamentable y preocupante.

Un sindicato ha puesto en peligro la continuidad de estas firmas, que se cansaron de los aprietes y de las presiones y decidieron por ahora hacer un parate. Concretamente Bridgestone anunció el cierre temporal de las operaciones en el país por el conflicto. El Sindicato de Trabajadores de Neumáticos, que maneja el Polo Obrero, reclamó un aumentó del 200 por ciento (estos trabajadores perciben remuneraciones muy por encima del salario de la mayoría de los argentinos). 

El gremio está bloqueando también las plantas de Fate y Pirelli. A esto se suma el alerta en las automotrices y según comenta Clarín, la tradicional firma Ford suspendería entre uno y dos turnos de producción de uno de sus modelos.

En medio de este conflicto, con la falta de neumáticos, el gobierno se dio el gusto de aprobar en el Senado la reforma de la integración de la Corte, por una escasa diferencia en los votos: 36 a 33. Se estima que la sanción quedará congelada en Diputados, donde los números no le dan al oficialismo... Y si por ahí se lograra que algunos diputados opositores se "borocotizen" (o sea cambien el voto) a la hora de nombrar a los nuevos miembros de la Corte, tampoco habrá posibilidades porque se necesitarán los dos tercios de los votos, algo imposible de concretar.

Pero con la reforma de la Corte, el gobierno y los senadores, le dan el gusto a la jefa, Cristina Kirchner, que al día siguiente lanzón una perorata de 72 para defenderse de las acusaciones por la causa Vialidad, y no aportó ninguna contraprueba a la avalancha de pruebas que presentaron los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola. Hasta un senador, muy CFK dependiente, se fue de boca y acusó de mafiosos a los integrantes de la actual Corte. Todo un exabrupto que merecería alguna presentación judicial contra el legislador Oscar Parrilli.

En medio de este maremagnun, sigue el feroz ajuste del ministro de Economía, Sergio Massa, con el festival de precios que se dispara en los productos de primera necesidad, que mueven y conmueven.

El gobierno sigue desviando la atención de los verdaderos problemas del ciudadano común -desocupación, inseguridad, educación, justicia, etcétera- y juega con la tribuna, haciendo trascender la posibilidad de eliminar las PASO, por razones económicas, cuando la realidad determina que se busca complicarle la vida a la oposición por las internas.

Como dato ilustrativo de un pais que parece seguir navegando a la deriva, ayer llegó la fragata Libertad al puerto de Buenos Aires, pero lo hizo con muchas horas de atraso por un conflicto gremial, que fue abortado con la conciliación obligatoria. Después de casi cinco meses de recorrida por el mundo, la Fragata regresó a la patria y la encontró complicada como siempre (!Bienvenida Fragata en tu vuelta al país!).

El gobierno, supuestamente, está estirando las cosas hacia el Mundial de Qatar, cuando faltan menos de dos meses para que la pelota empiece a rodar. Supone que si la selección con Messi realiza una buena performance, se irán despejando las nubes borrascosas que hoy sacuden el cielo argentino.

También el kirchnerismo está esperando las elecciones en Brasil y apostando al triunfo de Lula para subirse a ese colectivo, con la pantalla de la presunta patria grande. El propio gobernador bonaerense, Axel Kicillof, se ubicó en el palco principal de los que van a festejar esa presunta victoria. De todas maneras poner a Lula y al kirchnerismo en la misma fila suena a despropósito.

Argentina está hoy frente a un dilema institucional, que tendrá el año próximo un desenlace en los comicios, que siempre son la mejor arma para apuntar a decidir el país que la gran mayoría merece vivir.


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