TOMA DE COLEGIOS EN CABA: UN SIGNO DE LOS TIEMPOS

 Por Eduardo Menescaldi

El histórico Pellegrini está tomado. En la ciudad de Buenos Aires, capital de la Argentina, los gremios kirchneristas siguen haciendo de las suyas. Por más justificaciones que puedan tener las tomas, la realidad, que es la única verdad -como le gustaba decir a Perón, tomando expresiones de los griegos- es que en CABA quieren hacer lío, cuando en la provincia de Buenos Aires las escuelas pueden estar igual o peor que el Capital y sin embargo los seguidores del sindicalista Baradel hacen mutis por el foro. 

Para colmo y con preocupación se lee el comunicado de las autoridades del Pellegrini: no podemos hacernos cargo de las instalaciones y de la seguridad de los alumnos...

Dicen que la que motoriza estas tomas es la diputada nacional Ofelia Fernández, ex alumna del Pellegrini, quien dinamitó la ocupación de colegios con el argumento de viandas en mal estado, escuelas deterioradas, falta de docentes, etcétera. Como si en la provincia de Buenos Aires, las escuelas fueran un modelo de situación.

En fin, otra vez la política partidaria haciendo de las suyas, y los perjudicados son los chicos. Leiamos la queja de una madre porque su hija, que va a la escuela Lenguitas, de Retiro, también está padeciendo las consecuencias de estas tomas. Dice que su chica sale muy temprano de Quilmes para llegar al Lenguitas a horario y la actitud de un grupúsculo, politizado, evita que la gran mayoría no disfrute del derecho a educarse.

En una Argentina con gremios que paralizan fábricas, otros que hacen aprietes y agreden a trabajadores y patrones, con acampes en la zona del Obelisco, reclamos y más reclamos, el gobierno parece navegar en el mar del caos, la anomia y la incertidumbre.

Son los tiempos que corren. Los que venían a hacer las cosas mejor que el anterior gobierno, están metidos en el fango de sus debilidades, guiados por alguien que solo quiere zafar sus causas judiciales y no piensa en el bien  común... Son los signos de los tiempos, se podrá decir, pero la patria, la república, la democracia están en peligro. Mañana se estrena Argentina, 1985 y el presidente de la Nación dice que va a ir al cine Gaumont, cerca del Congreso, a ver el filme. Alberto Fernández era profesor de derecho penal en la Facultad de Derecho de la UBA en ese año 1985 y escribió un depurado artículo en El diario del Juicio, que publicó la editorial Perfil. Ojalá recuerde los miedos de esos años, cuando todavía se metía que volviera a repetirse la inogminia de la dictadura militar. Deberá entender que hoy más que nunca debe hacerse cargo de su función de presidente y comenzar a resolver los problemas que aquí, allá y más allá afectan a los argentinos.

No se trata de engrosar la Suprema Corte para darle un gusto a la jefa, se trata de gobernar para los 47 millones de argentinos que integran la población de nuestra querida tierra.

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