SIN PERIODISTAS NO HAY PERIODISMO, SIN PERIODISMO NO HAY DEMOCRACIA

 Otra vez el periodismo se encuentra en la mira del oficialismo, el kirchnerismo duro que apunta contra los periodistas críticos, porque no les gusta que se difunda lo que realmente pasa.

El eplsodio que afectó a la vicepresidente, y que felizmente fracasó, volvió a poner el acento de los que mandan en los periodistas que cumplen su función, y a los que suelen acusar de ser profetas del odio.

No entienden los que mandan que era gran oportunidad para achicar la grieta y lograr que todos los sectores se unan para defender la democracia.

Desde la presidencia debió llamarse a todos los partidos políticos -que se manifestaron en forma unánime repudiando el atentado- para buscar un punto común, que sirva para sacar al país adelante, sin eufemismos ni falsas expresiones. No fue así y se escuchó un mensaje que solo tuvo un color partidario kirchnerista.

Y no solo eso: se agregó que el atentado fue perpretado por el imputado -todos las imágenes y los elementos de prueba lo ponen en el centro de la escena, también estaría su novia, hoy detenida- pero también por los periodistas críticos. Con el agravante de dar nombres y apellidos, curiosamente en todos los casos periodistas críticos, sin ocuparse de aquellos del oficialismo que se encargaron de alimentar el odio con expresiones violantes contra los que no opinan como ellos. Léase Hebe de Bonafini, Luis D´Elía, Dady Brieva, los ministros de Justicia, todos los que conforman el enorme espacio de la vicepresidenta que en lugar de llamar a la unidad, se encargaron de acusar a los otros -por aquello de Ellos y Nosotros- de odiadores.

La democracia se defiende haciendo un culto de la verdad. No hay que dejar de mencionar el título de esta nota -sin periodistas no hay periodismo, sin periodismo no hay democracia- y en el caso del episodio de la vicepresidenta, repudiable y lamentable sin ningún atenuante, el periodismo tiene la obligación de investigar, buscar la verdad, y tratar de aclarar los puntos oscuros del episodio. Si una encuesta dice que el 62 por ciento de los consultados creen que el atentado fue armado, entonces habrá que buscar por qué la mayoría piensa eso, o en todo caso, tendría que coincidir la expresión en que se ha falseado la verdad, como para llegar a la conclusión de aquel que dice que quien se quemó con leche ve una vaca... y llora.

PD: Vale recurrir al editorial que dio la periodista Cristina Pérez por Radio Rivadavia en su programa de la mañana. Hizo un parangón entre la vicepresidenta y Esteban Bullrich, y llegó a la conclusión de la dignidad de alguien  que sufre una terrible enfermedad y la enfrenta con altura democrática, frente a la negación sistemática de la justicia por parte de CFK, que quiere zafar a cualquier costo de sus causas judiciales y no esgrime una sola prueba en defensa de su verdad, como reconociendo que no las tiene y entonces recurre a la chicana para "zafar".

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