JUICIO A LAS JUNTAS: MIRIAM LEWIN DIJO QUE MASSERA QUERIA SER OTRO PERON

 


Siempre se dijo que el general Leopoldo Fortunato Galtieri quiso ser otro Juan Domingo Perón una vez que se decidió recuperar las Malvinas en abril de 1982. Los resultados no lo ayudaron y se aceleró el retorno de la democracia.

La llegada de Raúl Alfonsín a la presidencia, tras los comicios del 30 de octubre, en que venció al  candidato justicialista Italo Luder, determinó rápidamente el juicio a las juntas militares.

Con el impulso de la próxima presentación de la película de Santiago Mitre, "Argentina, 1985", donde el tema es este juicio vale seguir publicando datos del Diario del Juicio que presentó la editorial Perfil, en forma coincidente con el desarrollo del histórico juicio.

Así encontramos el testimonio de la periodista Miriam Lewin (foto), quien estuvo secuestrada por la Armada durante cuatro año.

Fue secuestrada el 17 de mayo de 1977, cuando tenía 19 años y ante el Tribunal dijo que el almirante Massera quería ser otro Perón. 

Recordó que la secuestraron en Avenida del Trabajo y General Paz, cuando iba a tomar un colectivo. Dijo que en ese momento se metió en la boca una pastilla de cianuro que tenía preparada para suicidarse.

Mencionó que sabía que las mujeres secuestradas la pasaban muy mal. "Compañeros de la universidad y de la secundaria me contaron las torturas a las que habían sometido a los compañeros y amigos que se llevaron. Sabía que a las mujeres les metían ratas en la vagina y tenía mucho miedo. Ya unos días antes un grupo de civiles me fueron a buscar a casa, por eso preparé la cápsula con cianuro que me dio una amiga, hija de un médico. 

Contó que los captores impidieron que tomara la pastilla y agregó que le pedían información sobre una joven llamada Patricia Palazuelo, hija del brigadier Palazuelo y que según contaban había puesto una bomba en el edificio Cóndor.

Miriam Lewin fue trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada donde se le comunicó que Patricia Palazuelo había muerto. 

EL TIGRE ACOSTA

Lewin habló del tigre Acosta y lo definió como "el dueño de la vida y de la muerte de todos nosotros, por encima de jerarquías militares. Decía que eso erea una guerra justa, que Jesucristo estaba de su, lado y que nosotros debíamos colaborar.

Narró las torturas a las que eran sometidos los detenidos que eran luego trasladados (en la jerga significaba que eran ejecutados). Dijo que por comentarios sabía que le aplicaban inyecciones de Pentonaval, para ser luego tirados al mar desde aviones. 

Miriam Lewin dijo luego haber integrado una de las diversas categorías de detenidos que había en la ESMA, para señalar despés que en ese centro clandestino de detención (...) se había creado un grupo de apoyo al plan político de Massera. "Era mano de obra esclava" sintetizó.

Explicó que en ese grupo se elaboraban noticias que luego eran leídas en el noticiero del canal 13 y enviadas al exterior para mostrar la imagen que ellos querían dar de la Argentina.

Refirió que fue liberada de la ESMA en enero de 1979 y que fue obligada a trabajar en las oficinas del almirante Massera, en Cerrito 1136.

Miriam relató un hecho curioso. Dijo que cuando Massera se despidió de su cargo en la junta reunió a los secuestrados y en medio de una situación delirante, les dijo que el hecho de estar en bandos distintos habías ido una cosa circunstancial: Yo espero volver a verlos, café de por medio...

Reveló Lewin que también trabajó en oficinas de Massera en Zapiola 3696, donde fueron trasladados los archivos de la ESMA.

Agregó que trabajó en Prensa del Ministerio de Bienestar Social hasta el momento en que se le permitió irse del país en abril de 1981.

Miriam Lewin teambién involucró al almirante Chamorro, al capitán Paso, a los tenientes Dunda, Savio, Pernía (todos marinos) y al subcomisario González, al subprefecto Juan Carlos Linares y al coronel Roualdes en los diabólicos mecanismos de la ESMA.

También lo hizo con el teniente Adolfo Astiz, de quien dijo: Me invitó a cenar a la Costanera, después a tomar un café en. Belgrano y allí, en una servilleta, me escribió sus direcciones en Mar del Plata y en Sudáfrica, por si yo necesitaba algo. 

Miriam Lewin asimismo habló del Centro Piloto de París, donde llegaron a trabajar detenidos secuestrados. "Era un centro de relaciones públicas para  mejorar la aimagen argentina en el exterior.

Reveló que en la ESMA se hallaba Dagmar Hagelin: Decían que era un caso caliente proque estaba herida, no podía caminar y por eso, no podían "largarla".

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