Por Eduardo Menescaldi
Hoy a las 16 se dará a conocer el nuevo índice de inflación del mes de agosto. Todas las consultoras coinciden en que el número estará entre 6 y 7 por ciento, por lo que la cifra que se conocerá en promedio andaría por un 6,5.
Nuevamente se hablará del incremento incesante de la inflación, que en el espacio interanual orilla el 100 por ciento, o sea cada vez más cerca de los tres dígitos.
Mientras esto ocurre ya se encuentra de regreso en el país el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, quien se reunió con el presidente, Alberto Fernández, para informarle los resultados de su visita a los Estados Unidos, donde se reunió con importantes autoridades de la economía, fundamentalmente del Fondo Monetario Nacional. Las noticias que trascendieron suelen positivas y permitirían imaginar que se consiguió cierto aire para encarar el futuro con una mayor cintura. A pesar que desde el FMI se reclamó que se cumplan las metas consensuadas.
Lógicamente, siguen las repercusiones del lamentable atentado a la vicepresidenta el pasado jueves 1 de setiembre, que puso sobre el tapete el rotundo fracaso de la seguridad de la mandataria, porque con más de un centenar de custodios se llegó a la increíble situación de que una persona llegó a centímetros de CFK y le puso un arma en la cabeza, gatilló dos veces y gracias a Dios la bala no salió, lo que hubiera significado un terrible episodio, capaz de desatar una guerra civil.
La justicia está investigando, hay tres detenidos, se habla de la banda de los copitos, porque las imágenes ubicaron al principal autor con inteligencia previa, utilizando el escudo de los copitos de azúcar, para vigilar los movimientos de la vice. El hecho puso en evidencia el fracaso de la seguridad, y más allá de las excusas que pudo haber puesto el ministro de Seguridad de la Nación, el quilmeño Aníbal Fernández, la realidad es que el operativo fue un desastre, con un enjambre de custodios, algunos de la policía federal, los de la Cámpora, etcétera, todos amontonados pero mostrando deficiencias notorias. Se apartaron de los elementales protocolos en una situación de esta gravedad.
A partir de este hecho se fueron dando situaciones complicadas, algunas repudiables que tuvo su desenlace en la misa que se celebró en la icónica basílica de Luján, lugar emblemático para los católicos. Lamentablemente, la excusa de la celebración convirtió al templo lujanero en una unidad básica y los seguidores de la fe católica en buen número se sintieron maltratados porque se profanó lo que es un templo central de los feligreses de la grey católica. El arzobispo de Luján-Mercedes pareció tardíamente comprender el error de la misa, que fue convocada por la paz y la fraternidad y que terminó siendo un acto político partidario, sin la oposición y lejos del espíritu de la convocatoria. El prelado confesó que había "metido la pata" y que la situación se desmadró.
Como dato para agregar a este episodio, horas después algunos de los que estuvieron en la misa fueron al Parque Lezama y ahí se realizó otro acto partidario, pero mucho más virulento en las expresiones, con el centro en el dirigente Marcos Recalde, quien aprovechó la movida para pegarle muy duro al fiscal Diego Luciani, el de la causa Vialidad, que pidió una condena de 12 años para CFK por corrupción.
Precisamente, pareció pasar a un lugar menos importante la causa de Vialidad, porque el atentado y sus secuelas lo relegaron, mientras siguen los alegatos de la defensa de los imputados, y se espera que la semana próxima sea el tiempo de los abogados defensores de CFK.
En medio de todo esto, resuenan cuestionamientos reprobables y propuestas inefables como la del senador José Mayans, formoseño, quien sostuvo sin ponerse colorado que para garantizar la paz social había que suspender el juicio a la vice.
Hoy será el día D del índice inflacionario, pero será una cuenta más en el rosario de temas que afectan al país, con sectores que pretenden desviar la atención de la ciudadanía. En lugar de atender las cuestiones que afectan al hombre común día a día, como llegar a fin de mes, la ocupación, la seguridad, la educación, la justicia, etcétera, se cree que el hombre común está atendiendo expresiones como las del gobernador Axel Kicillof, quien volvió a golpear a la Ciudad de Buenos Aires, imaginando que pertenece a la provincia que él gobierna, gambeteando la expresión constitucional, con la reforma 1994, que concretamente dice que CABA es autónoma.
Cosas que pasan en la querida Argentina. Mientras el dirigente Hugo Yasky le pega a Patricia Bullrich, presidenta del PRO, porque dice que no repudió el atentado y desliza la posibilidad de connivencia intelectual, se toma su tiempo y junto al dirigente de su gremio, Roberto Baradel, se sacan una curiosa foto con el embajador norteamericano en nuestro país. Sí, la dupla Yasky-Baradel, que se la pasan pegándole al capitalismo, al ,mperio, a la sinarquía internacional y al gorilaje, se sacan fotos en la embajada estadounidense. Cosas veredes, Sancho...!!!
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