Sin duda hay que reconocer que el oficialismo tiene una especial predisposición por distraer a la opinión pública de los temas que realmente interesan y preocupan a la ciudadanía.
Vale el introito para adelantar que el Senado nacional está convocado a sesión especial para este jueves a las 14.30 para tratar la reforma de la integración de la Corte Suprema de la Nación. Existe un proyecto de máxima que habla de 25 miembros, aunque el consenso oficialista podría quedarse con 15.
La oposición subrayó que no va a dar quorum para este tratamiento y que si el oficialismo consigue ese número ingresará al recinto para exponer sus críticas a la iniciativa.
El senador radical Martín Lousteau al igual que el titular del PRO, Mario Negri, coincidieron en rechazar la propuesta. Lousteau la calificó de desopilante y agregó que el kirchnerismo parece estar alejado de la realidad existente.
Curiosamente la sesión, de conseguirse el quórum, será presidida por la vicepresidenta, Cristina Kirchner, quien es la principal interesada en ampliar la composición del máximo tribunal de la Nación, para lograr de una vez por todas la impunidad judicial por las causas en las que está involucrada, fundamentalmente la de Vialidad, donde los fiscales pidieron doce años de prisión para CFK.
¿El hombre común, el ciudadano de a pie, está desesperadamente apostando a pedir que aumenten los miembros de la Corte?
Digamos que hoy el máximo Tribunal tiene cuatro miembros, aun no se ha podido ocupar el lugar que dejó Elena Highton de Nolasco y ahora se quiere llevar el número a quince. ¿No parece un despropósito?
Hay que agregar que si se logra el quorum y se aprueba el proyecto, tendrá muchos más problemas para ser aprobado en Diputados, donde los números no le dan al oficialismo. Además, de llegar a ser ley, habrá que esperar para el nombramiento de los nuevos integrantes que se consigan los dos tercios de acuerdo, lo que también será prácticamente imposible.
Por eso, esta iniciativa hoy más que nunca es un globo de ensayo, una movida de distracción, para que no se atiendan los verdaderos problemas de la gente.
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