EL TESTIMONIO DE ADRIANA CALVO DE LABORDE: FUNDAMENTAL EN LA PELICULA DE MITRE


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 Uno de los puntos fundamentales de la película Argentina, 1985, de Santiago Mitre, sobre el juicio a las juntas militares es el testimonio de Adriana Calvo de Laborde (foto), científica nacida en Bánfield.

Cuenta que se recibió de licenciada en física de la Universidad de La Plata en el año 1970. Hasta 1977 trabajó en la Facultad de Ciencias Exactas como docente e investigadora de esa facultad.

El 4 de febrero de 1977 estaba en su casa, en Tolosa, con su hijo menor, cuando un grupo de diez personas ingresó al domicilio y se encargaron de revolver todo. Le preguntaban si era Adriana Calvo y si su marido era Miguel Laborde.

Se la llevaron del lugar en medio de la sorpresa de los vecinos.

La metieron en un auto, le cubrieron la cabeza con un pulover, la tiraron al piso, le pusieron una venda y la esposaron.

Supone que la llevaron a lo que era la brigada de investigaciones de la policía bonaerense.

Aquí cuenta las torturas que le hacían a otros detenidos por los gritos y la aplicación del llamado "submarino". "Por ahí escuchaba el ruido del agua de alguien que se ahogaba ..."

Todo el terrible testimonio de esta mujer aparece en el Diario del Juicio, con la versión taquigráfica, que toma la película para convertirse en uno de los momentos más dramáticos del filme.

JUSTO HORACIO BLANCO

Otro testimonio que vale la pena rescatar es el del médico quilmeño Justo Horacio Blanco, quien en 1977 ejercía en el Hospital Iriarte de Quilmes.  Era médico de guardia del servicio de obstetricia.

Recuerda que el 1 de abril de 1977 fue llevada al hospital por personal policial una parturienta en avanzado trabajo de parto. "Al médico de policía lo reconozco, es el doctor Jorge Berges. Lo conocía por ser médico de mi misma especialidad y haberlo visto trabajar en otra clínica.

Recuerda que ese parto fue a las 3 y 10 de la madrugada del 2 de abril, y nació una niña, peso 1,900 gramos. "Era prematura y fue enviada a neonatología.

"Después se hizo constar el parto en el libro respectivo. Se pidió al personal policial que desocupara la sala de partos, así se hizo y se tomó la declaración sobre el nombre de la parturienta: Isabella Valenzi.

Más adelante el doctor Blanco reconoció que a posteriori recabó en el libro de partos y constaba el nombre de parturienta, aunque estaba tachado. Dijo que eso fue a principios de 1983. 

El parto había sido en 1977 y esa constancia en enero de 1983. 

El doctor Blanco cuenta que la parturienta fue retirada por personal policial y que ese hecho lo informó al jefe del servicio de obstetricia, Hipólito García.

El doctor Blanco señaló que constaba en el libro el nacimiento pero que había sido groseramente borrado.

Y recuerda que en la página 156 del libro de partos existe la constancia del nacimiento el 2 de abril a las 3.15, y se ve groseramente borrado el nombre de la madre, Isabella Silvia Valenzi,

Se le pregunta al doctor qué sabía sobre la partera y responde que era Norma Brola. Se le preguntó por el paradero de la partera y de las enfermeras Martínez de González y Generosa Frattas.

Dice que lo que sabe es lo que dicen los medios periodísticos. Y agrega que en ese momento se había comentado del hecho de su desaparición pero no podía agregar más datos. No recuerda la fecha pero habla de una relación de pocos días después del parto de Isabella Valenzi.

Reconoció que en el hospital se comentó el tema de Isabella Valenzi porque fue notorio entre el personal, ya sea médico, paramédico o empleado. 

Más adelante el doctor Blanco, ante la pregunta de si puede individualizar a todas o algunas de las personas que se llevaron a Silvia Mabel Isabella Valenzi luego del partio, respondió que al único que podía individualizar era al doctor Bergés porque lo conocía de haberlo visto ante.

Frente a la pregunta del defensor oficial si había hecho la denuncia de la privación de la libertad de la parturienta, dijo el doctor Blanco que no hizo la denuncia. Dijo que había informado a sus superiores. "Evidentemente eran tiempos difíciles. Reconozco que no hice la denuncia pero muchos no lo hicimos ante hechos que estaban claramente presentes. En mi medida hice constar en la historia clínica, en el libro de partos el nombre de la parturienta y notifiqué a mi jefe de servicio todos los hechos sucedidos. Lo demás no lo hice".

Este testimonio fue el 29 de abril de 1985.

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