Mientras los militantes siguen yendo en caranava al "santuario", eufemismo que utilizó el Cuervo Larroque para idenfiticar la icónica esquina de Uruguay y Juncal, donde vice la vicepresidente, el Senado de la Nación se apresta a sesionar esta tarde con la titularidad de la propia Cristina Kirchner.
Habrá que ver si CFK decide quedarse en su estrado o si bien hace un "toco y me voy", tan habitual, cuando comienza la sesión y luego deja su asiento para que lo ocupe la senadora Ledesma de Zamora.
Si CFK decide quedarse un rato no sería extraño que el Senado se deje llevar por el clima de época y que aparezca alguna cuestión de privilegiopresentada por algún legislador del oficialismo o de la oposición para criticar lo que ocurre en el domicilio de la vice, ya sea desde el oficialismo para reiterar el mensaje de que la oposición es tóxica o desde la oposición para criticar mensajes como el de Máximo Kirchner, quien dijo muy suelto de cuerpo que desde la otra vereda están apostando a la muerte de un peronista.
A ello habría que agregar el nuevo asunto que puso en el candelero la vicepresidente, en uno de sus mensajes tribuneros -realizado en el propio Senado- como es el de la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires. Puso en duda la autonomía, dijo que no la contemplaba la Constitución y lisa y llanamente lo que hizo fue ignorar olímpicamente el artículo 129 de la carta Magna, que habla expresamente de la autonomía de CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se llama señora vicepresidenta).
Evidentemente, la titular del Senado sigue golpeada por el pedido de condena de los fiscales Luciani y Mola y desde ese momento recurrió a toda la artillería, con el aporte de su armada Brancaleone, para quitar del medio el hecho en sí y desviar la atención de los asuntos.
Por todo ello, habrá que ve si el Senado se convierte o no en un receptor de todo este clima de época, que también tiene su lugar en el periodismo, desde el hiperoficialismo de Página 12, El Destape, Radio 10, C5N, etcétera hasta la independencia, a veces teñida de indignación, de medios como Radio Rivadavia, La Nación+ o TN.
Mientras el Senado se transforma en un aparato receptor del clima de época y su Cámara par, Diputados, prefiere no sesionar para evitar males mayores, la realidad argentina se encuentra en medio de un feroz ajuste desde el Ministerio de Economía, la inflación sigue su marcha incesante, los precios siguen subiendo por el ascenso, etcétera... Los temas de la gente brillan por su ausencia en la mira de los que mandan, ya sea oficialismo u oposición.
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