Yamila Gómez, hija del recordado Omar Hugo Gómez, es la directora técnica de las chicas de Argentino de Quilmes. Un equipo que participa en el torneo de la primera B del fútbol femenino de AFA y que clasificó para la instancia por el ascenso.
De todas maneras Yamila mantiene el espíritu rebelde de su famoso padre, el Indio Gómez y así lo expresó en las redes.
"He sidod profe de las pequeñas cuando se inició la actividad. He sido profe de juveniles y reserva hasta que cada categoría tuviera su entrenadora o entrenador . Todo esto para ello, entrenando a la primera división.
¿Por qué lo hice y lo haría? se pregunta.
"Porque siento dejar mi granito de arena, porque desarrollar las divisiones inferiores en el fútbol femenino posibilita que desde edad temprana las niñas tengan formación, que puedan participar de torneos, que les va ir nutriendo en experiencia para llegar a primera división y a seguir trabajando para el deseo máximo de cualquier deportista, la Selección: porque siento dar lo que me hubiera gustado recibir, proque siento defender nuestros derechos de espacio y profesionalización.
"Porque cuando comparto algo con cada una de las jugadoras, estoy mimando y abrazando también a la pequeña India. Les estoy demostrando que los sueños y los derechos se conquistan con perseverancia, trabajo y capacitación constante, con mucho amor, esencial para que todo funcione.
"Si pedir organización, respeto, trato digno, lo mínimo indispensable para trabajar y desarrollar la actividad que representamos, es indisciplina. Soy indisciplinada.
"Representamos a la institución en el torneo de primera B del fútbol femenino. No solo eso: por primera vez en la historia del club en esta actividad, clasificamos para la zona campeonato, que nos da la posibilidad de competir por uno de los dos ascensos a primera división A.
Y si el reclamo justo por mis jugadoras y cuerpo técnico genera incomodidad, sepan que no fui yo quién se ha equivocado en la teoma de decisiones.
"Mis padres me han enseñado a amar, aun más, mis convicciones en los momentos complicados. Me han dado lo más lindo que pudieran haberme regaladco: humildad y una valija llena de valores y herramientas para seguir adelante. Me dijeron siempre que no tenga miedo de alzar mi voz por mí, o por quienes no pueden hablar.
Y cierra su mensaje con palabras de Mónica Santino: "No podemos concebir la heroicidad de otra forma que no sea la colectiva, lo aprendimos en el barrio junto a las pibas. Ellas nos enseñaron que nos paremos en la cancha como en la vida y que esa misma cancha entramos todas, ninguna afuera. No nos callamos más".
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