La fragilidad de las recusaciones que el kirchnerismo pretendió instalar en el marco de la causa Vialidad, provocaron la dura reacción de los fiscales Mola y Luciani, quienes denostaron la actitud de la defensa de la vicepresidenta, y calificaron con duros térmimos las chicanas que el kirchnerismo sigue generando con el objetivo de diluir la acción de los jueces.
Evidentemente, desesperada porque las pruebas "gritan" como dijo el fiscal Luciani, la vicepresidente y su defensa sigue derrapando tratando de encontrar cualquier excusa para embarrar la cancha.
Se espera que la debilidad de las recusaciones tenga rápida decisión y que el juicio hasta el final, donde las defensa de la vicepresidenta tendrán que afilar los argumentos para rebatir pruebas que hoy mueven y conmueven.
CFK no debe dejar de mencionar que fue ella la que firmó la llegada del fiscal Luciani al tribunal, como para entender que la justicia es independiente, un valor que ella, lamentablmente, no parece tener demasiado en cuenta.
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