ENCUENTRO NACIONAL DE CARITAS: LA HOMILIA DE MONSEÑOR TISSERA

 El obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, también presidente de Cáritas brindó su homilía en el marco del Encuentro Nacional de Cáritas, que se realiza en Tanti, provincia de Córdoba.

"Hoy Jesús nos dice: Yo he venido a traer fuego sobre la tierra. El quiere encender en el mundo el fuego del Espíritu, el fuego de Pentecostés, la energía transformadora que renueva la faz de la tierra, haciendo desaparecer lo antiguo y abriéndola a la nueva creación. Es un fuego que quemaa el corazón, alimenta la vida y la impulsa por los caminos del Reino de Dios, extendiéndolo a toda la humanidad. Es el deseo más profundo de Jesús: !Y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!.

Este proyecto encontrará la oposición, será acogido por algunos y rechazado por otros que al final asesinarán a Jesús en un bautismo de sangre: Tengo que recibir un bautismo, !y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente! En realidad es un proyecto de amor, de paz y justicia, de reconciliación universal y de armonía con toda la creación, pero causa separación, porque muchos no lo aceptarán, tal vez por desconocimienteo, muchas veces por intereses opuestos, o por simple flojera y dejar las cosas como están. Todos los intentos de cambio desencadenan conflictos, entre las fuerzas que prefieren no cambiar nada y las que intentan abrir caminos nuevos, entre la paz del orden establecido y la lucha porun mundo más humano y una vida plena.

Se cumple la profecía del anciano Simeón: Esteniño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción. Frente a él no es posible la neutralidad. La adhesión a su mensaje será motivo de unión o de división en la misma familia y en la sociedad.

"Somos Cáritas, misión y servicio" porque queremos ivir las Bienaventuranzas, guiados por el gran protocolo que Jesús nos propone en el capítulo 25 del evangelio de Mateo, como un comentario de la bienaventuranza: Felices los misericordiosos, porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, enfermo y me visitaron, preso y me vinieron a ver (25,35-36).

La pandemia ha cambiado nuestra vida y a nuestra sociedad. El Papa Francisco fue la persona que nos ayudó a transitar este tiempo crítico. Los hizo con palabras y gestos. Se ha grabado en nuestro corazón el momento en que el papa Francisco apareció en la Plaza San Pedro como un piloto de tormentas, para guiar a la humanidad en una de sus noches más oscuras. También recordamos sus alentadoras palabras aquel viernes 27 de marzo de 2020.

"Al igual que los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados, pero al mismo tiempo importantes y necesarios, todos llamadcos a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos".

Comentarios