EN EL DIA DEL RELATOR, JOSE MARIA MUÑOZ Y EL QUILMES CAMPEON 78

 Hoy es el día del relator, en memoria de José María Muñoz. Había nacido un 25 de agosto de 1924 y falleció el 14 de octubre de 1992.

José María Muñoz, el gordo para muchos, fue un destacado relator deportivo, que se caracterizó por un estilo y por una obsesión. Y los hinchas Cerveceros lo recuerdan por su relato del histórico título en Rosario en 1978.

Se inicio como periodista deportivo en 1940 en la Oral Deportiva junto al doctor Edmundo Campagnale y se transformó en un relator que estaba en todos los detalles. Esa escuela de periodismo deportivo que escribió en Rivadavia fue la puntada inicial para muchisimos periodistas que se hicieron a su lado. Desde aquel ignoto Marcelo Tinelli, que comenzó haciendo vestuarios en el fútbol de ascenso hasta comentaristas como Enzo Ardigó, Néstor Ibarra, José Caldez, Enrique Macaya Márquez, Julio Ricardo y tantos otros.

Fue admirado y denostado a lo largo de su carrera. Tuvo históricas "peleas" con el dibujante Caloi, quien con su personaje Clemente alimentó que en los estadios se tiraran papelitos para recibir a los equipos y fundamentalmente, la selección nacional. En todo caso Caloi con su Clemente fue el seguidor de aquel primer episodio de papelitos -en realidad etiquetas de la Cervecería- que se arrojaron en cientos de miles en cancha de Bánfield, cuando Quilmes venció al taladro 1 a 0, el 19 de agosto de 1961.

Muñoz defendió al gobierno militar en el 78, en la época del mundial y llegó a proclamar que los argentinos "somos derechos y humanos", saliendo al cruce de las críticas que en otros país se hacían de la dictadura.

Alguna vez lo hemos visto en la Comisión de Asesoramiento Legislativo (CAL) presentando lo que sería  la llegada de la TV Colón con ATC, en el marco del mundial 78.

Muñoz era hincha de Chacarita, aunque no quería que se supiera. Alguna vez "retó" al periodista Beto González, reconocido hincha de Quilmes, por haber manifestado esa pasión cuando también en ese año 78 el Cervecero ganaba históricamente el título Metropolitano. De todas maneras todavía queda algún archivo con el grito de Gol de Muñoz cuando Jorge Gáspari le dio a Quilmes el título en Rosario ante Central.



El gordo Muñoz ponía el acento en el fútbol, tenía frases emblemáticas, como peligro de gol, y se había ganado el título de relator de América.

El periodista Mauro Viale, papá de Jonathan, fue uno de los que se formó en Rivadavia al lado de Muñoz. El gordo tenía laderos emblemáticos, como el inefable Dante Zavatarelli, aquel al que alguna vez le preguntó quién era ese señor de sobretodo que estaba en el campo de juego. "Soy yo, Muñoz" respondió Dante, el periodista que se hizo famoso por el uso del moño anudado a la camisa.

Decían que Muñoz relataba el fútbol color de rosa, que le gustaba juntarse con el poder y que difícilmente ingresaba por la avenida de la crítica, en la que el principal actor era Dante Panzeri, el de Fútbol dinámica de lo impensado, que lo puso en juego como director de la revista El Gráfico.

Al estilo Muñoz se le opuso el de Sport 8l0, periodistas que en Radio Mitre hicieron historia y se cruzaron de vereda a lo que proponía el gordo. Desde el recién llegado de la vecina orilla uruguaya, Víctor Hugo Morales hasta Adrián Paenza y Néstor Ibarra.

El periodismo deportivo lo tomó a Muñoz como referente, porque, eso hay que destacarlo, le daba lugar a todos los deportes, no solo el fútbol. Y era capaz de armar notas periodísticas, uniendo a un futbolista en cancha de Ríver o Boca con algún militar argentino destinado a la base Marambio, en la Antártida.

Por último vale recordar que la primera transmisión que hizo Muñoz fue desde la cancha de Quilmes ante Rosario Central.

LIBRO DE ORO

En el libro de oro que se publicó con motivo del título Metropolitano 78, hay una nota escrita por José María Muñoz, en la que reconoce que lo sorprendió la multitud que acompañó al Cervecero a Rosario aquel 29 de octubre. 

Reconoce que no le creyó a Beto González cuando le dijo que toda la ciudad de Quilmes estaba en Rosario. Le dio entonces la razón a ese rosarino que le dijo: Ni Boca, ni River, ni nadie trajo semejante cantidad.

En esta nota Muñoz reconoce qu,e con al ciudad de Quilmes tiene una deuda de gratitud. "Porque allí aprendí a modelar mi carácter. Allí fue aprendiendo a crecer y a saber ganarle a las dificultades. Allí empezaron los grandes sueños, allí me escucharon y corrigieron. Allí me enseñaron el valor de la amistad.

Así agrega que en Quilmes conoció a Félix Bergondi y Pedro Pomato, a Benosiglio, Sablich, que jugaban en Argentino. Al negro Bazaras, aquel marfcador de punta. Al Flaco Algañaraz.

Muñoz sigue diciendo que Quilmes le abrió los brazos cuando tuvo que estudiar y ganarse el sustento.

Menciona entonces a la antigua IMPA, hoy Taller Regional de Aeronáutica.

"Esa ciudad me dio la oportunidad y el espaldarazo para modelar al gordo Muñoz. Justamente, allí, en el antiguo chalet del Quilmes Atlético Club transmití mi primer partido de fútbol. Casualmente jugaron Quilmes y Rosario Central...

En esta misma nota, Muñoz dice que "todo lo que pertenezca a Quilmes hace que mi estado de ánimo se sienta tocado de una manera especial. Porque Quilmes es el viejo arcón donde están guardados los recuerdos más trascendentes de mi vida. Un arcón donde se abroquelan cuidadosamente la querida imagen de mamá, con mis sueños, mis privaciones y el comienzo de las realizaciones poseriores...

"Por eso sigo conmovido, cuando recuerdo esa tribuna de Central. Cuando vi tanto fervor. Cuando vi y escuché a esos hombres, a esas mujeres, a esos chicos, todos envueltos en banderas blancas y azules, inundando Rosario, de sonrisas, cánticos, alegría sana, fiesta total, vivida por "culpa" de un equipo de fútbol..

"Me conmoví porque esa tarde, sin que yo supiera ni esperara se abrió el arcón. Y de golpe, vi a mamá, a aquellos amigos, a aquel pibe Muñoz que quería llegar a ser relator de fútbol... Estaba ahí, relatando para todos ellos, el primer campeonato que lograba su equipo...".

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