Este 25 de agosto se celebra el día mundial del peluquero y del barbero.
La historia dice que en el siglo XVII los encargados del oficio se dedicaban a mantener y cuidar los cabellos de las pelucas que utilizaban los nobles para tapar a los piojos y otros parásitos que se juntaban en sus cabelleras por falta de higiene.
El Rey de Francia Luis IX fue santificado por la Iglesia Católica y fue homenajeado por los peluqueros porque a su peluquero personal le dio importancia y lo declaró hombre libre y lo puso a la altura de los jueces, médicos, caballeros y magistrados.
En nuestro país se celebró por primera vez el día del peluquero en 1877, cuando en el teatro Coliseo, ante una nutrida concurrencia se creó la Sociedad de Barberos y Peluqueros.
En 1940, durante el congreso nacional de peluqueros que se realizó en Pergamino, se designó oficialmente el 25 de agosto como el día del peluquero.
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