El fiscal de la causa de Vialidad, Diego Luciani (foto), comenzó hoy con los alegatos del juicio en el que está involucrada la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, y otros ex funcionarios del gobierno de los Kirchner, que a entender del magistrado armaron "una de las matrices más extraordinarias de corrupción entre los años 2003 y 2015, que funcionó en el seno del Estado, una asociación ilícita de características singulares y asociación ilícita ilimitada que tuvo su cúspide en los jefes de Estado, del que participaron distintos funcionarios públicos".
Esta es la única acusación que queda del caso, porque se retiraron la Unidad de Investigación Financiera y la Oficina de Anticorrupción.
Junto a CFK están acusados Julio De Vido, ex ministro de Planificación Federal; José López -el que revoleó los bolsos con dinero en el convento de General Rodríguez-, ex Secretario de Obras Públicas; Abel Fatala, Subsecretario de Obras Públicas; Carlos Kirchner, primo de Néstor, ex Subsecretario de Coordinación de la Obra Pública Federal; Francisco Periotti, ex titular de la Dirección Nacional de Vialidad; Raúl Daurich y Mauricio Collareda, ex jefes del distrio Santa Cruz de la Dirección Nacional de Vialidad; Héctor García, Juan Carlos Villafañe, Raúl Pavesi y José Santibáñez, todos ex presidentes de la Administración General de Vialidad de Snata Cruz.
Los alegatos de Luciani se estima que van a durar durante nueve jornadas a razón de tres por semana en tres semanas, unas seis horas por jornada. Lo que significarían unas 54 horas de alegatos, como para justificar con enormes fundamentos toda la acusación.
El remate, por supuesto, después de exponer tantas pruebas será el pedido de condenas para los involucrados, tanto CFK como los demás ex funcionarios.
Toda la exposición de Luciani se basa en elementos de prueba, como por ejemplo mencionó 51 licitaciones sin el cumplimiento de las respectivas normas que corresponden a estas cuestiones. Y en todos los casos, el beneficiado fue Lázaro Báez.
Evidentemente, el impacto que debe tener esta exposición de Luciani tiene que mover y conmover a la opinión pública, más allá de que se haya tratado de una matriz de corrupción extraordinaria, que comenzó hace casi dos décadas con el presidente Néstor Kirchner y que siguió con su esposa y funcionarios.
En estos alegatos en pocas líneas, Luciani se refirió al "empresario" Lázaro Báez, quien se transformó de empleado bancario en enorme empresario, que captó todas las licitaciones.
Luciani habló de la estructura financiera de corrupción sistémica, el beneficio para Lázaro Báez, quien de empleado bancario pasó a ser un empresario poderoso, sin que existiese el debido control del Estado.
Una página histórica de la justicia argentina, que pone al poder contra las cuerdas, más allá que desde el poder de los Kirchner, la vicepresidenta haya dicho que ya está condenada... Puede ser, habrá que esperar mucho tiempo para que ello ocurra, pero las pruebas son tan contundentes que difícilmente se entienda que haya otro veredicto.
Agosto empezó con la justicia vibrando a pleno, para que se diga que a pesar de que sea lenta, tarde o temprano debe efectivizarse.
El periodista Luis Novaresio comparó este episodio de los alegatos de Luciani contra el poder con el fiscal Julio César Strassera, en el juicio a las juntas militares allá por 1985.
Digamos que Cristina Kirchner escuchó los alegatos desde su oficina en el Senado, aunque las imágenes la mostraron como indiferente, una sonrisa socarrona y dando la sensación de que para ella ya está condenada. Aquella que alguna vez atacó a un tribunal con aquello de que "a mí la historia ya me absolvió y a ustedes...", aunque en taquigrafía se puede traducir como "a mí la histeria ya me absorbió y a ustedes...".
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