CRISTINA KIRCHNER USO EL SENADO PARA HACER UN DISCURSO POLITICO


 Vive sin duda en "el país de las maravillas", en su país que pretende escapar de la condena judicial que le pidieron los fiscales Luciani y Mola.

Cristina Fernández de Kirchner utilizó el Senado de la Nación para dar un discurso político y pretender justificar sus causas con un discurso que solo tiene como principio y fin a ella.

Lamentablemente, CFK quiere arrastrar a todos y todas en su afán por zafar de la situación judicial.  No hay una sola declaración de la vicepresidenta que signifique defenderse de los cargos y de las pruebas que presentaron los fiscales en su contra.

Y hoy agregó un condimento más a su visión sesgada y reprimida de la situación política del país, como es comparar lo que pasó el sábado último frente a su domicilio con el enfrentamiento de militantes, que pretendían superar las vallas, con la policía. Cuando los manifestantes quisieron pasar las vallas llegó la represión con la acción del camión hidrante.

A CFK le molestó que no se dejara pasar a su hijo, que gritaba que iba a ver a su madre, y dijo que Máximo no le había contado nada de lo que pasó, y que se enteró de ello viendo las imágenes el domingo a la mañana. Le preguntó por qué no había dicho nada y Máximo le respondió que había otra gente en el lugar que también la pasó mal, y no quería sentirse privilegiado.

Fue muy dura y procaz la vicepresidenta con la titular del PRO, la acusó de ser gestora del DNU de Fernando de la Rua aquellos fatídicos días del 19 y 20 de diciembre del 2001, que terminó con varios muertos, cuando la realidad fue que Patricia Bullrich había dejado ese gobierno un mes antes, tal como lo cuenta el periodista Ceferino Reato en su libro Doce días.

También habló del grupo Sushi, que integraban los hijos de De la Rúa y se mofó de Patricia Bullrich por el twiter en el que dijo que los doce años de prisión que le pidieron a CFK coincidían con los doce años del gobierno kirchnerista, y agregó con sorna que lo que había publicado seguramente había sido a la tarde, cuando (Patricia) estaba medio... Hizo gestos que hacían entender que tendría alguna copa de más...

CFK se encuentra desesperada, acorralada, superada por las circunstancias y como una fiera en esa situación reacciona de esta manera. Utiliza un poder del Estado para hacer un acto político con su tropa de senadores y diputados y hasta tiene el tupé de poner en duda la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, que fue sancionada por la Constitución nacional, reformada en 1994.

Vive en la Ciudad de Buenos Aires y se la pasa criticando a los que la gobiernan, hasta incluso se remonta a viejas historias de unitarios y federales de otros tiempos, donde el centralismo porteño chocaba con la acción federal en las provincias, con las luchas por la organización nacional.

En fin, CFK quiere ser el centro de la Argentina, más que preocupada por su situación judicial, y eso la lleva al borde de la inconciencia para arremeter contra todos los que no piensan como ella. Y moviliza a toda su militancia a lo largo y ancho del país para que se movilice con aquello de "todos con Cristina" y "si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar".

Mientras todo esto ocurre en el maravilloso mundo de CFK, hay un país que exige a través de sus ciudadanos que se solucionen los graves problemas que afectan a los argentinos, como la economía, la pobreza, la inseguridad, la justicia, la educación...

Y mientras la vice lanza sus rayos demoledores, desde el gobierno avanza un duro ajuste con recortes presupuestarios en temas fundamentales como la educación, la salud, la obra pública.

Ojalá que frente a la almohada, a la hora de enfrentarse a su conciencia, la vicepresidenta tenga en cuenta que hay 47 millones de argentinos que quieren que impere la paz social y no que se agiten los vientos de violencia, que podrían desencadenar situciones no deseadas.

Comentarios