WILLIAM SHAKESPEARE, EN LA ARGENTINA 2022 DE LOS FERNANDEZ


Algo más de cinco siglos después, William Shakespeare (foto) se da una oportunidad en la Argentina. Porque lo que está pasando con el gobierno de los Fernández parece una obra magistral del gran autor inglés.

En la Argentina de Los Fernández -Alberto y Cristina- pasa de todo y la pluma de Shakespeare parece haber resucitado en el escenario nacional.

Ayer fue la antesala, con el discurso de Cristina Kirchner en el municipio de Ensenada -el del polémico intendente Mario Secco-, la renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán, y la disyuntiva que ahora maneja el presidente Alberto Fernández, es decir, la determinación del nuevo gabinete, que en principio debe cubrir el puesto que dejó Guzmán.

Ahora  nos enteramos que mientras pasaban los idus de julio -en el día del cumpleaños de Carlos Menem y al día siguiente del aniversario de Juan Perón, a 48 años de su fallecimiento, a quien se pretendía homenajear por los Fernández- Alberto Fernández estaba en Zárate, en una tenida con Fabián De Souza, el socio de Cristóbal López en C5N (como para mostrar por qué el presidente concurre asiduamente a ese canal, para que lo recibe el periodista Silvestre).

En este domingo shakespereano aparecen con toda su intensidad los sentimientos del autor -léase celos, envidias, broncas, juegos de poder, etcétera- y los periodistas, que en la Argentina debemos trabajar de lunes a lunes porque siempre pasan cosas, ahora estamos atentos a lo que pueda pasar hoy y sobre todo mañana cuando abran los mercados, y se quiera saber a cuánto se va el dólar y el riesgo país (salvo que a último momento aparezca la excusa del feriado cambiario y bancario).

¿Qué funcionario ocupará el ministerio de Economía por Martín Guzmán?¿Será un albertista o un cristinista? No parece demasiado acuciado el presidente por definir la cuestión, porque a esta altura del día, cerca de las once de la mañana, todavía no llegaron los funcionarios a la residencia de Olivos, y sobre todo el presidente, que debe definir la ocupación de los casilleros que están o pueden estar vacíos.

Mientras este escenario shakespeareano marca el presente político del país, hay 47 millones de argentinos que se encuentran en ascuas, sorprendidos quizás porque finalmente Guzmán renunció -aguantó todo lo que pudo los embates de CFK (¿qué personaje de William sería la pasionaria del Calafate, como la llama el periodista Jorge Fernández Díaz?) y se tomó al menos la licencia de presentar la renuncia en medio del acto de la vicepresidenta y por twitter con siete carillas (sin duda ya lo tenía en carpeta y solo faltaba darlo a conocer, eligió el momento como una manera de decirle, ya que la quisiste con fruición, aquí está mi renuncia).

Hoy, domingo 3 de julio, día del locutor. Mañana 4, día de la Independencia norteamericana. El kirchnerismo amenaza con romper con el FMI, en fin, la Argentina ingresa en un túnel oscuro que solo podrá mostrar una luz si los mansos comienzan a hacer sentir su presencia. La rebelión de los mansos podría ser el remate de esta pieza shakespereana. Y no hay que olvidar que nuestra Independencia se celebra el próximo sábado, cuando se anuncia un Argentinazo.

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