MONSEÑOR TISSERA PRESIDIO EL TE DEUM POR LA INDEPENDENCIA

 En el día de la Independencia nacional, se realizó en la catedral de Quilmes el tradicional Te Deum, que contó con la presencia de la intendenta Mayra Mendoza.

El obispo Carlos Tissera dijo que "el Congreso de Tucumán comenzó el 24 de marzo de 1816, y lo primero que hicieron los asambleístas fue dirigirse al Templo de San Francisco, donde asistieron a la misa del Espíritu Santo para implorar sus luces divinas y su auxilio. La oración patriótica estuvo a cargo del diputado por Catamarca, el sacerdote Manuel Antonio Acevedo.

Al día siguiente de la Declaración de la Independencia, los congresistas participaron de la Misa de acción de gracias, y el sermón lo tuvo el diputado por La Rioja, el sacerdote Pedro Ignacio de Castro Barros.

"Esta mañana no solo venimos a cantar a Dios, alabándole y dándole gracias. Hoy venimos como caminantes, o sea, como miembros d eun pueblo que camina en la esperanza. A don Atahualpa Yupanqui le gustaba decir: El hombre es tierra que anda. En un verso dice: Es mi destino/ piedra y camino".

No olvidamos de donde venimos, somos un pueblo con raíces. Queremos hacernos cargo de este presente doloroso, azotado por la gran tempestad de la pandemia, mirando el futuro con esperanza. Extendemos nuestras manos para unirnos a los que suplican por el pan y el trabajo, sedientos de justicia y de paz.

Hoy el mundo sufre la desgarradora realidad de las guerras, la falta de pan en las mesas que ya en ciertas partes del planeta se transforma en hambruna, y en tantos lugares se reclama la falta de trabajo.

El Evangelio, que escuchamos, nos presenta a Jesús lleno de compasión. Todos lo seguían porque los recibía, los aliviaba de sus dolores, y porque era misericordioso con ellos. !Cuánto nos enseña Jesús en estos momentos de nuestra nación! Salir al encuentro de los sufrientes, sostenerlos, comprenderlos, ayudarlos a llevar sus cruces, animarlos a construir juntos.

Tras destacar el tiempo de la pandemia y a los heroicos servidores que salieron a aliviar tanto dolor, se refirió al trabajo, que calificó como la base social sobre la que se construyen en una comunidad la justicia y la solidaridad.

"Por eso, dice el Papa Francisco, no debe buscarse que el progreso tecnológico reemplace cada vez más el trabajo humano, con lo cual la humaniad se dañaría a si misma. El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización pesonal. Tenemos que unir las ideas y los esfuerzos para crear las condiciones e inventar soluciones, para que todo ser humano en edad de trabajar tenga la oportunidad de contribuir con su propio trabajo a la vida de la familia y de la sociedad.

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