Por Eduardo Menescaldi
El aniversario de Juan Perón -se cumplieron 48 años de su fallecimiento- volvió a mostrar las dos manos de un gobierno que marcha en un mar tempestuoso. Porque ayer, justamente el día del aniversario, habló el presidente Alberto Fernández en la CGT, y dio una clase de peronismo. Por supuesto, con la versión propia de muchas cosas que en algunos casos tropiezan con la realidad. De pronto dio una clase sobre el general, aunque se olvidó de su maridaje -el del presidente- con Domingo Cavallo, la Ucedé, la operación como dirigente en tiempo de los Kirchner (¿se olvidó Alberto de su época en que llamaba a los medios para pedir que dieran de baja a tal o cual periodista?), etcétera.
Y de pronto lanzó un misil suave a su socia de aventuras, Cristina Fernández de Kirchner, cuando le respondió a aquello de "usá la lapicera, Alberto", y señaló: El poder no pasa con ver quién tiene la lapicerqa, sino de ver quién tiene la capacidad de convencer.
Hoy le toca a Cristina Kirchner homenajear a Perón, es decir, al día siguiente de la fecha concreta, porque hoy por hoy los dos no pueden confluir en un mismo acto y lugar. Entonces, CFK con su claque y sus devotos va a hablar en Ensenada, tierra del intendente hiperkirchnerista, Mario Secco, sí el mismo que un día irrumpió en una sesión de la Legislatura provincial con tremenda violencia. Existe expectativa por lo que diga CFK y se sabe que cuando habla y responde, puede estallar cualquier botón del gobierno o funcionarios que no funcionan.
Estas son las dos avenidas por las que circula el oficialismo, con la doble mano bien presente. Quizás Cristina no lo imaginó pero resulta que hoy no es el aniversario de Perón sino de Carlos Menem (nacido un 2 de julio de 1930). Aunque ahora aborrezca al liberalismo y al menemismo, los videos rechazan esa especie, cuando los Kirchner proclamaban a Carlos Saúl como el mejor presidente de todos los tiempos.
Así las cosas, la Argentina es un barco que sigue navegando en aguas tempestuosas y los que mandan discuten, se pelean, pretenden dar imágenes de conciliación... mientras se suma el mayor índice de riesgo país, el dólar está cerca de los 240 pesos, los piquetes se encuentran a la expectativa de lo que viene, y también, todo el maremagnun de un país que siempre produce situaciones para que el periodismo tenga de qué hablar.
A eso hay que agregar el Argentinazo que se espera para el día de la Independencia, el próximo sábado 9 de julio -una convocatoria para que el gobierno tenga en cuenta lo que piensan los habitantes de a pie que se encolumnan en el lenguaje de los "mansos"-, la arremetida del poder contra la justicia y la Corte, con el Senado como epicentro con los temas que no son los de la gente, en fin... es esta nuestra Argentina.
En Quilmes, como si no alcanzara con todo lo señalado, el lunes llega el condenado Amado Boudou para dar clase de política. Antes habló en el Instituto Patria del legado de Manuel Belgrano, todo un despropósito sin duda. Como el que cometió el propio Alberto Fernández al viajar a Jujuy para ser solidario con otra condenada, Milagro Sala, con el intento de lograr que el gobernador Gerardo Morales dé el indulto a la cuestionada dirigente, algo imposible según lo que respondió el propio mandatario de la provincia del carnavalito.
Asimismo, hay que agregar el paro que anuncia el campo, que para el medio hiperoficialista C5N es un "golpismo económico", con el relator Víctor Hugo Morales como traductor de las instrucciones de los jefes.
Todo el combo de una Argentina que tiene todavía debe navegar un año y medio para el cambio de gobierno... Tiempo que en nuestro país, parece un siglo.
PD: El Cuervo Larroque, funcionario de este gobierno y cristinista por doquier, remató en una nota que se acabó el tiempo de la moderación... Y hoy en Clarín el periodista Jorge Lanata señala que dos ministros de este gobierno hablan de una eventual renuncia del presidente Fernández... ¿Dónde está Rodrigo de Triana para gritar desde su carabela ...TIERRA?
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