EL DIA DEL AMIGO Y LA LLEGADA DEL HOMBRE A LA LUNA

Por Eduardo Menescaldi

 Hoy, 20 de Julio, se celebra en el país y en una veintena de naciones


 el Día del Amigo. Se trata de una iniciativa de un odontólogo lomense, el doctor Enrique Febbraro, a quien se le ocurrió enviar cartas a todo el mundo para proponer festejar el día del amigo el 20 de julio, en recordación de la llegada del hombre a la Luna. Conmovido por el alunizaje, antes de que la Apolo XI emprendiera el regreso decidió enviar cientos de cartas a distintos países. Así nació el invento del Día del Amigo.

La gesta del hombre a la Luna, que la había imaginado en 1865 el gran escritor Julio Verne, en su novela De la Tierra a la Luna, tuvo concreción algo más de un siglo después, aquel histórico 20 de julio de 1969, cuando la tripulación de la Apolo XI alunizó en el querido satélite. Participaban de la expedición los astronautas Neil Amstrong, Buzz Aldrin, Michael Collins. Los dos primeros descendieron en la Luna mientras que Collins se quedó en cohete orbitando. Amstrong expresó palabras que quedaron para siempre: Este es un pequeño paso para el hombre pero un gran salto para la humanidad.

Aldrin y Amstrong flotaron en el espacio ingrávido, mientras el mundo se movía y conmovía por la hazaña norteamericana. El momento crucial fue a las 23.56, hora de Houston y 22.55, hora argentina.

Todos los habitantes del planeta, en el mundo y por supuesto en la Argentina, estuvieron atentos a la pantalla televisiva que envió las imágenes del histórico descenso.

El acontecimiento movió al citado odontólogo Enrique Febbraro, residente en Lomas de Zamora, para plasmar su iniciativa que terminó sellando la creación del Día del Amigo. Una forma de expresar la unión de sentimientos entre nuestro planeta y el querido satélite que despertó tantas emociones y expresiones literarias.

ENAMORAMIENTO

La Luna siempre ha despertado a los poetas y a los escritores, a los autores y a los músicos.

Desde la Luna tucumana, que magníficamente plasmó Atahualpa Yupanquie ("Yo no le canto a la Luna/ porque alumbra y nada más/ le canto porque ella sabe/ de mi largo caminar") y que pinta sus recorridas por el monte y la llanura, con el astro como amiga de la travesía, hasta el sentimiento del cordobés Rodríguez, quien preso por homicidio desde la cárcel habló de la Luna cautiva, expresando el amor por su compañera, cantando aquello que ya es un clásico: "Tu amor es una estrella con cuerdas de guitarra/ una luz que me alumbra en la oscuridad, acércate a la reja, sos la dueña de mi alma, sos mi luna cautiva, que me besa y se va".

La Luna y el Toro, otra canción que Isabel Pantoja hizo inmortal, cuando habla de "ese toro enamorado de la luna/ que abandona por la noche su manaaa/ y es pintado de amapola y aceituna /y le puso campanero el mayoral".

Blue moon (Luna azul) es otra mítica canción de 1934, de los norteamericanos Richard Rogers y Lorenz Hart, que entre otras versiones destacó la de La Voz, Frank Sinatra. En español se tradujo en aquello de "Soñar/ la luna me hace soñar/ porque dicen que está/ enamorada del mar...".

En fin, en esta Argentina tan particular, con el dólar por las nubes (¿se acercará a la Luna?) y piqueteros que hoy quieren coincidir el día del Amigo con la protesta enésima, en este caso porque quieren el salario básico universal, hay que tomarse un tiempo, mirar la luna y por qué no, a las 22.55 mirar el cielo, acariciar la Luna y recordar a aquellos astronautas que movieron y conmovieron al mundo. Y como si todo esto no alcanzar, no hay que olvidar que hubo (y hay) quienes como terraplanistas negaron esa aventura del hombre que soñó Verne y sugirieron que fue una puesta en escena del eterno Hollywood... 


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