Ya hemos dicho varias veces que la portavoz presidencial, Gabriela Cerrutti, se ha olvidado olímpicamente de su pasado periodístico.
En las conferencias de prensa suele retar a los periodistas que preguntan cuestiones que a su entender molestan. Y ahora sumó otra falencia a su actividad, porque publicó en twitter que hay preguntas que no debieran hacerse.
Una manera muy particular de controlar al periodismo, para tratar de hacerlo mas sumiso. Debería saber, porque en algún momento de su vida ejerció el periodismo, que no hay preguntas que no deben hacerse. El periodista debe preguntar al poder, porque está representando al ciudadano común que debe saber lo que realmente pasa y comunicar a la poblacion lo que ocurre.
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