UN PAIS A CONTRAMANO: ...TRISTEZA Y ENCUENTRO DE LOS FERNANDEZ


 Por Eduardo Menescaldi 

La Argentina es un país especial, que ameritaría el tratamiento de un psicólogo nacional, porque muchas de las cosas que pasan no se entienden, y deberán los historiadores que se ocupen de este tiempo los que tendrán que intentar descifrar estos tiempos.

Una encuesta que habitualmente realiza la Consultora que encabeza Jorge Giacobbe, donde se le pide a la gente que defina con una palabra la situación del cómo se siente. Con letras mayúsculas aparece en primer lugar el término TRISTEZA, después, bronca, angustia, torpeza, etcétera.

El argentino se siente triste, y si bien es importante la bronca que acumula por la realidad, prefiere inclinarse por el sentimiento tan especial como el de la TRISTEZA.

A las pruebas vale remitirse. Hoy a las 17 en Tecnópolis se celebra el centenario de la petrolera nacional, YPF, aquella empresa que fue la consecuencia de aquel descubrimiento del 13 de diciembre de 1907, cuando los que buscaban agua se encontraron con petróleo. Años después se fundó la empresa, que hoy sigue siendo símbolo del petróleo nacional.

Pero lo que tendrá especial cobertura por el periodismo hoy no serán los cien años de YPF sino el encuentro -increíble por cierto que pase esto- entre los Fernández, el presidente de la Nación, Alberto y la vice, Cristina Fernández. No se ven las caras desde el 1 de marzo pasado cuando estuvieron en la apertura de las sesiones del Congreso. Después fueron 92 días de desencuentros, mensajes cifrados, referentes de ambos bandos que respondían a las instrucciones de sus jefes. 

Desde el cristinismo se ahondaron los dardos contra el ministro de Economía, Martín Guzmán, porque la jefa no lo quiere. Por eso la inquietud es válida: ¿irá Guzmán esta tarde?

Y desde el albertismo, si cabe el término, se reforzó la defensa del ministro, que se emponderó y superó todos los embates, aunque sabe lo que piensan de él y de su política en la línea de CFK.

Pensamos que se vive en un país a contramano. Porque la vocera presidencial, que alguna vez fue periodista (recordar el libro El jefe, sobre Carlos Menem) y que hoy relata a los periodistas y se anima a decir públicamente que hay internas en el periodismo porque le preguntan si hoy van a estar los dos, el presidente y la vice. Se aclara que esa respuesta se la dio a un periodista de Radio 10 y C5N como Pablo Duggan, de evidente confesión kirchnerista. 

No olvidar tampoco que esta misma vocera bajó muy enojada y maltrató a los periodistas de Casa de Gobierno porque se retardaban en el sorteo de las únicas tres preguntas que se le iban a poder hacer al jefe de gabinete. Gabriela Cerrutti sentenció que al jefe de gabinete no se lo hace esperar y agregó que estaba dispuesta a denunciarlo ante los jefes de estos periodistas que iban a preguntar. En fin..

Eso de país a contramano lo sintetiza la reunión del presidente de la Nación con varios gobernadores con el objetivo de inflar la Suprema Corte y pasar de cinco a veinticinco miembros, como si fuera un reclamo de la población en estos días. Saben los que alientan esta iniciativa que el objetivo es satisfacer las necesidades judiciales de la vicepresidenta, porque si llegara a esa Corte de 25 miembros una apelación de CFK para decidir, ¿se puede imaginar que por ejemplo el representante de la provincia de Formosa, léase la del gobernador Gildo Insfrán, va a votar en contra de Cristina?

De todas maneras hay un hecho saludable que ayuda a tener mayor optimismo en el tema, porque cuatro provincias muy importantes no participan de la movida: Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza. Lo que significa que no les será fácil lograr la meta a los que propician el cambio. Se trata de inmiscuirse en el Poder Judicial, no por motivos estructurales o revolucionarios sino por dar una satisfacción a quien les manda esta data.

Mientras el presidente y varios gobernadores muestran este despropósito, resulta evidente y lamentable que no se tengan en cuenta los verdaderos temas que afectan hoy al país: desocupación, inflación, falta de gas oil, escuelas sin clases por no tener gas, inseguridad, etcétera, se pretende hacer creer que el ciudadano de a pie está pidiendo a gritos la ampliación del máximo Tribunal.

Sería bueno que después de tantos años siga vigente aquello que alguna vez dijo a los argentinos el gran Ortega y Gasset:!ARGENTINOS... A LAS COSAS!.

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