El torneo Nacional 1982 tuvo electrizantes finales entre Quilmes y Ferro, que ganó el de Oeste, con el gran técnico Carlos Griguol y un equipo con varias figuras que años más tarde fueron técnicos.
Las finales se jugarán el 20 y 27 de junio, el primer encuentro en el viejo estadio Cervecero de Guido y Sarmiento. Fue empate sin goles.
La revancha fue en Caballito y ganó el Verde 2 a 0. En ambos partidos se jugó a estadios colmados.
Se están cumpliendo cuatro décadas de esos partidos, que enfrentaron a un Quilmes de figuras de mucha experiencia ante un Ferro que jugaba como los dioses, con un técnico adelantado a su tiempo.
En los cuartos de final Quilmes enfrentó a Unión de Santa Fe. Fueron empates 1 a 1 en los dos encuentros, y Quilmes terminó ganando por penales.
Ferro le ganó a Independiente Rivadavia de Mendoza 1 a 0 y empataron sin goles en la revancha.
Rácing de Córdoba y Talleres de Córdoba empataron 1 a 1 y en la revancha ganó Talleres 3 a 1.
San Martín de Tucumán empató con Estudiantes de La Plata 2 a 2 y clasificó para semifinales porque en el partido de ida ganó el Pincha 3 a 1.
En las semifinales, Quilmes le ganó 2 a 0 a Estudiantes de La Plata en la ida y 1 a 0 en la vuelta. Ferro venció 4 a 0 a Talleres de Córdoba en la ida y la revancha fue 4 a 4.
Así se llegó a las finales: el 20 de junio con empate sin goles en Quilmes y el 27 con la victoria verdolaga 2 a 0.
Ferro tenía un equipazo con Basigalup al arco; Roberto Mario Gómez, Cuper, Juan Domingo Rocchia, Garré; Carlos Arregui, Cacho Saccardi, Adolfino Cañete; Crocco, Beto Márcico y Miguel Juárez. Director técnico: Carlos Griguol. Alternaban Pepiteo Andreuchi, Julio César Jiménez, Tursi, Silvio Sotelo, Brandoni.
En Quilmes estaban Hugo Tocalli, Guillermo Zárate, Horacio Milozzi, Héctor Clide Díaz, Oscar Gizzi; Máximo Pizzarulli, Oscar Gissi, Víctor Martínez; César Lorea, Daniel Acevedo, Miguel Converti. También alternaban Bosio, Ricardo Alonso, Ramón Ponce, Néstor Frediani, Jorge Gáspari, Vavasori, entre otros.
El técnico de Quilmes era Roberto Rogel.
Curiosas volteretas del destino. Porque este Quilmes que terminó perdiendo las finales con el enorme Ferro, decepcionó en el siguiente torneo y terminó descendiendo a principios de 1983. Las dos caras de un Quilmes que registra ascensos y descensos por doquier.
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