El amigo Pedro Revoredo nos acercó esta carta de la lectora Ana Cristina Aristizábal Uribe publicada en un medio, referida a cómo anular a una persona, quien comienza diciendo que el peor daño que se le puede hacer a una persona es darle de todo. "Quien quiera anular a otro solo tiene que evitarle el esfuerzo, impedirle que trabaje, que proponga, que se enfrenta a los problemas (o posibilidades) de cada día, que tenga que resolver dificultades.
"Regálele todo: comida, diversión y todo lo que pida. Asi le evita usar todas las potencialidades que tiene, sacar recursos que desconocía y desplegar su creatividad. Quien vive de lo regalado se anula como persona, se vuelve perezosa, anquilosada y como un estanque de agua que por inactividad pudre el contenido."Aquellos sistemas que "por amor" o demagogia sistemáticamente le regalan todo a la gente, la vuelven la más pobre entre los pobres. Es una de las caras de la miseria humana: carecer de iniciativa, desaprovechar los talentos, potencialidades y capacidades con que están dotados casi todos los seres humanos.
"Quien recibió todo regalado se transforma en un indigente, porque asume la posición de la víctima que solo se queja. Cree que los demás tienen la obligación de ponerle todo en las manos, y considera una desgracia desarrollarse en un trabajo digno.
"Es muy difícil que quien ha reciido todo regalado, algún dia quiera convertirse en alguien útil para sí mismo. Le parece que todos a su alrededor son responsables de haderle vivir bien, y cuando esa "ayuda" no llega, culpa a los demás de su "desgracia" (no por anularlo como persona sino por no volverle a dar). Solo los sistemas más despóticos impiden que los seres humanos desarrollen toda su potencialidad par vivir. Creen estar haciendo bonito, pero en definitiva están empleando un arma para anular a las personas (No quiere decir que la caridad de una ayuda temporal no sea necesaria en momenos especiales)".
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