Como era de esperar el máximo tribunal de justicia de la Nación, a través de sus cuatro integrantes -Juan Carlos Maqueda, Carlos Fernando Rosenkrantz, Horacio Rosatti y Ricardo Lorenzetti- rechazó varios recursos de apelación presentados por la ex presidenta e ela Nación y hoy vicepresidenta Cristina Fernández en relación a las obras públicas adjudicadas al contratista Lázaro Báez.
Fueron decisiones tomadas por unanimidad y apoyadas en profundas exposiciones y argumentos que invalidan la multiplicación de recursos con que CFK pretendió dilatar la posibilidad de un juicio oral y público.
Las pruebas sumadas por los denunciantes son tan evidentes que desbarataban cualquier intento de retardar el normal desarrollo del proceso judicial.
El más alto Tribunal calificó los recursos de CFK como improcedentes, conjeturales y desprolijos.
Esto explica sin duda la aparición de la vicepresidenta ayer en el día de la Bandera, donde si bien la excusa era recordar a Manuel Belgrano, el prócer, la realidad, que es la única verdad, pasaba por sumar acusaciones y reclamos de la propia CFK al gobierno que ella engendró para que extreme los recursos con el objetivo de zafar de las diferentes causas que la tienen procesada.
Asi las cosas, seguramente en los próximos días se escuchará una andanada de acusaciones, broncas, insultos y todo lo demás hacia los jueces de la Corte, como siempre ocurre con la mandataria cuando siente que las causas judicailes le respiran en la nunca.
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