FIESTA DEL CUERPO Y SANGRE DE CRISTO: TISSERA PIDIO QUE NO SE ROBE LA ESPERANZA

 Hoy en la diócesis de Quilmes se congregó en la puerta del Hospital Evia de Berazategui para iniciar la procesión hasta la parroquia Nuestra Señora de la Merced y celebrar la fiesta diocesana del Cuerpo y Sangre de Cristo.

Una multitud de sacerdotes y diáconos participó de la movida, presidida por el obispo de Quilmes, Carlos José Tissera, el obispo auxiliar de Río Gallegos, Juan Carlos Romanín.

En la misa que se celebró en el gimnasia del colegio Padre Márquez, aledaño a la parroquia, donde el obispo Tissera invitó a no cansarse de hacer comunidad y que "no nos dejenn robar la esepranza".

Destacó que "la pandemia y sus consecuencias nos motivaron para empezar nuestra procesión de Corpus en el Hospital Evita Pueblo. El Evangelio que hemos escuchado presenta a Jesús dando consuelo curando a los enfermos.  El ha venido a sanar los corazones afligidos.

Además el prelado expresó su preocupación por "la mesa de los argentinos, como la de tantos pueblos del mundo que sufren las consecuencias de la pandemia, de las malas políticas y en el fondo, por causa de la ambición humana que, aprovechándose de la necesidad, crea poderosos imperios que monopolizan los alimentos.

La enseñanza de Jesús es: si los recursos se comparten, habrá lo suficiente para todos. El milagro nos causa admiración, pero no menos importante es el mensaje que nos deja. Que todos juntos enfrentemos los problemas de fondo de nuestra sociedad, para qu,e nadie tenga demasiado y otros no tengan lo suficiente, para que  nadie sea aobligado a gastar su tiempo, su salud y su propia vida que unos pocos acumulen inmensas fortunas. El verdadero milagro es el cambio del corazón.

Monseñor Tissera también  afirmó que "participar de la Eucaristía es comprometerse con las necesidades concretas del pueblo, abriendo caminos de comunión y de solidaridad, contra la dispersión, compartiendo los bienes en justicia y mayor equidad.

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