A veces no se entiende cuáles son las prioridades del presidente de la Nación. Hoy estuvo en Santa Fe junto al gobernador rafaelino Perotti y se despachó con un reclamo a los legisladores para que aprueben la reforma judicial.
Explicó que la mandó al Congreso, la aprobó el Senado cristinista pero en Diputados la iniciativa está varada. No se entendió el reclamo del presidente, sobre todo cuando imaginó que por no sancionar esa reforma no se pudo atacar el narcotráfico, que precisamente en Santa Fe, puntualmente en Rosario, ha hecho estragos con cifras de heridos y muertos considerables.
Si el presidente cree que la reforma judicial va a permitir desenmacascar el narcotráfico, realmente muestra un anacronismo bastante preocupante. Porque, y eso lo saben todos los que están junto a Alberto, esa reforma judicial está prevista a la manera de la socia del presidente, Cristina Kirchner.
¿Acaso la gran mayoría de los argentinos están golpeando las puertas del poder para exigir la aprobación de la reforma judicial?¿Es el tema más acuciante de los argentinos?
Sin duda, las preocupaciones de la gente están muy lejos de las que pretende poner en debate el presidente. En todo caso su "cristinización" lo lleva a cometer estos errores, en un momento en que el país se preocupa por otros temas: desocupación, inflación, dólar, trabajo, educación, seguridad, los piquetes que mañana volverán a inundar la Capital, y distintos puntos del país, con cortes, acampes, etcétera.
Y junto eso el tema de los iraníes y venezolanos que vinieron al país a aprender a volar aviones de porte, según la ingenuidad del titular de la AFI, jefe de los espías, Agustín Rossi. Juega junto al titular del Ministerio de Seguridad, el quilmeño Aníbal Fernández, que pretende hacer creer a los argentinos que la irrupción iraní en la Argentina es una cuestión menor, cuando se quiere nombrar embajadora en Israel a la señora Cristina Camaño, quien públicamente ha dicho su cercanía con Palestina, con lo que significa ese tema para Israel.
Un avión misterioso, todavía en Ezeiza, llega al país con un viaje críptico y recién ahora se trata de descifrar para qué vino y por qué tanta tripulación si se trataba de traer autopartes para automóviles, o cigarrillos en sumas siderales... Mientras desde Uruguay no se le permite el ingreso y desde Paraguay se advirtió hace un mes la preocupación que generaba esa nave.
El presidente volvió a ser la expresión más cristinista del gobierno y no se puso colorado al pedir la reforma judicial, acusando a los legisladores que se oponen a la reforma judicial como culpables del avance del narcotráfico... En fin, cosas veredes Sancho!!!
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