Créase o no, de Ripley. Con escuelas sin clases por falta de gas, desocupación, inflación, inseguridad y siguen los temas, ha sorprendido el encuentro que mantuvieron hoy el presidente de la Nación, Alberto Fernández y varios gobernadores para dar rienda suelto a un proyecto de ley para ampliar la composición de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de cinco a .... veintincinco miembros. O sea una multiplicación por cinco de la actual conformación.
Con la preocupante argumentación de federalizar al máximo tribunal de justicia de la Nación se han propuesto provocar un gran cimbronazo en el alto tribunal, con todas las consecuencias que ello puede significar.
Dicen los entendidos que se trata de una bomba de humo, porque no tienen los números para lograr el cambio. Si todavía no se ha cubierto el lugar que dejó Elena Highton de Nolasco, quien renunció por razones de edad, ¿cómo puede ser que pretendan quintuplicar la integración de la Corte, con un representante por cada provincia?
No se entiende tampoco la decisión, porque fue la propia vicepresidenta la que en su momento decidió reducir de nueve a cinco la integración de la Corta. Evidentemente, detrás de esta maniobra está la gran preocupación de CFK de lograr un máximo tribunal afín para licuar la gran cantidad de causas judiciales que la tienen como protagonista.
Al padre o a la madre preocupados por el hecho de que sus hijos, por ejemplo en Quilmes, no tienen clases por falta de gas en las escuelas, ¿cómo se lo puede convencer que multiplicar la conformación de la Corte va a aliviar el problema que hoy están enfrentando con sus hijos?
Este viernes se anuncia con bombos y platillos que después de tres meses -la última vez fue el día de la inauguración del período de sesiones del Congreso- que se van a a reencontrar en el acto por el centenario de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), el presidente y la vice, esto es, la que a dedo eligió al candidato finalmente con mayor cantidad de votos.
Los Fernández, que ya llevan casi dos años y medio en el poder, al mejor estilo del dúo Pimpinela -la famosa dupla artística que se destacó siempre por poner en escena musicalmente a una pareja que se lleva a pura pelea- volverán a verse las caras y todos estaremos poniendo el ojo para ver detrás de las miradas, observar el trato y sacar las propias conclusiones.
En síntesis, presentar esta multiplicación de jueces en el más alto tribunal, no es más que una de las tantas maneras que tiene el kirchnerismo para desviar la atención a los verdaderos temas que le interesan a la gente.
Seguramente vendrán rápido los twittes de los Fernández para echar culpas al periodismo por contar lo que sucede entre ellos. El, intentando explicar que los medios intoxican al pueblo, y Ella, creyéndose inocente de todas las acusaciones judiciales que tiene, para terminar maltratando a los jueces con una histórica frase: a mí me absolvió la historia, a ustedes los va a condenar la historia.
Como abogada exitosa, como suele autocalificarse, volverá a hablar de lawfare, para justificar lo injustificable, como que perciba como jubilación el equivalente a lo que cobran cien pasivos.
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