El misterioso avión venezolano-irani que sobrevoló el cielo argentino y que hoy está "retenido" en Ezeiza, con averiguación de antecedentes sigue provocando revuelo.
Los que peinan canas recuerdan que muchísimos años atrás se hablaba del "avión negro", que decía que traería de regreso al país al general Perón, después de haber sido derrocado en 1955 por la libertadora.
Se tejieron conjeturas y cada dos por tres se decía que vendría precisamente en ese avión oscuro. Hubo un intento de regreso que se abortó en Brasil, fue en 1964.
Ahora no se trata del avión negro sino del que manipulan dos gobiernos autocráticos a los que el gobierno nacional, por lo menos un sector, le tiene un afecto especial, dejando de lado que en esos países -Venezuela-Irán- los derechos humanos brillan por su ausencia.
Los responsables del gobierno nacional apelan a recursos dialécticos poco creíbles para justificar esta avanzada, que hizo recordar las denuncias del fiscal Alberto Nisman por el memorando del acuerdo Irán-Argentina.
Por ahí un integrante del gobierno hizo una declaración en la que presupone que se trataba de iraníes que estaban enseñando a manejar a sus pares venezolanos, por el traspaso de la aeronave de país a país. Algo que resulta digno de Ripley.
Los alertas que dieron los países vecinos sobre avión mueven y conmueven, entre ellos Paraguay, que avisó hace un mes. Uruguay no dejó entrar al avión y lo mandó de vuelta. Por algo será.
También resulta poco creíble e indignante la reacción del quilmeño Aníbal Fernández, que como buen futbolero tiró la pelota al córner. Cuando se le habló de esta situación y la reacción argentina, teniendo en cuenta dichos de Patricia Bullrich, quien había mencionado que el martes pasado supo de este avión, Aníbal, como siempre, denigró a la titular del PRO, diciendo que era como el mate cocido ("llena pero no engorda"), y agregó que había sido montonera, etcétera, y preguntó cómo se le podía creer a una persona como Patricia.
Sin embargo, los que deben dar explicaciones tendrían que preparar el libreto para acercarse al Congreso, y como corresponde, dar el informe adecuado ante los legisladores, que como representantes del pueblo argentino, merecen hacer las preguntas de rigor a fin de que los funcionarios dejen de lado las suspicacias y den los datos reales de este avión, que no será el negro, pero que está envuelto en una historia de ciencia ficción.
Por ahora, el avión sigue en Ezeiza y los tripulantes venezolanos e iraníes, en el Hotel Canning. No olvidar que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, desde Irán felicitó al presidente argentino, Alberto Fernández, por haber defendido a su país en la cumbre de las Américas. Curioso enlace que con esto del avión volvió a poner en el candelero la denuncia del fiscal Nisman, que le costó la vida.
Y la frutilla del postre la puso Agustín Rossi, quien imaginó que esto de los iraníes y venezolanos en este avión era una clase de manejo de una aeronave de unos a otros. ¿Se habrá dado cuenta de lo que dijo?
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