Con una soberbia actuación, sobre todo en el segundo tiempo, la selección argentina de fútbol goleó a Italia 3 a 0 y se adjudicó la Copa Finalíssima, que jugaron el campeón de América y el ganador de la Eurocopa.
Goles de Lautaro Martínez y Angel Di María en el primer tiempo, y Paulo Dybala en el cierre del segundo tiempo.
En un primer tiempo aceptable, la Argentina se puso en ventaja tras gran jugada de Lionel Messi que selló Lautaro Martínez, y posteriormente llegó el exquisito tanto de Angel Di María, quien recibió un certero pase de Lautaro Martínez y definió ante la salida del arquero italiano.
En el segundo tiempo, la Argentina realizó una soberbia performance y mereció más goles, que se frustraron por falta de puntería o la reacción del arquero europeo.
Y cuando se cerraba el partido, llegó una enorme jugada de Messi que finalmente remató Dybala y superó al arquero Donnaarumma.
Tres a cero que pudo ser más amplio, pero que dejó para el comentario la importancia de haber medido fuerzas con un europeo como Italia, que si bien no clasificó para el Mundial de Qatar siempre es un adersario de fuste.
Todos los jugadores argentinos estuieron a la altura de las circunstancias, y vale para destacar la labor de Lionel Messi, en uno de sus mejores partidos en la era Scaloni, también el nivel de Angel Di María,la voluntad de Rodrigo De Paul, la seguridad defensiva apoyada en la confianza que transmite el aruqero Martínez.
El segundo tiempo argentino es para ponerlo en un cuadro porque sirve para entusiasmar, a pesar de que faltan casi seis meses parea el mundial (que empieza el 21 de noviembre).
El próximo domingo a las 15, hora argentina, habrá un nuevo partido para la selección de Scaloni, frente a Estonia, y se supone que el Albiceleste no deberá tener problemas para la victoria. Se jugará en el estadio del Osasuna, en Pamplona.
Hoy sirve festejar a la distancia esta victoria, porque no solo fue el primer triunfo en la historia en este escenario mítico de Wembley sino que abrió la puerta para una merecida ilusión. Hasta el propio presidente de la Nación, Alberto Fernández , entre tantas pálidas y desinteligencias políticas podría suponer en su interior que este éxito puede servirle para mejorar su imagen y la del país.
Sin duda, la enorme mayoría de los jugadores argentinos juegan en el exterior y hay muy pocos, de los que juegan en el país que integran el plantel. Incluso uno de los pocos que todavía juega acá, como Julián Alvarez, quien entró pocos minutos los aprovechó sobremanera y dejó una gran impresión. Aunque sabemos que Alvarez ya está haciendo las valijas para irse a jugar muy pronto, precisamente al fútbol inglés.
Son 32 partidos sin perder de la selección de Scaloni, récord histórico de las selecciones albicelestes.
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