ARGENTINA, UN PAIS QUE TRANSITA LA CORNISA DE LA INCERTIDUMBRE

 Desesperados quizás por salvar a la jefa de sus causas judiciales, el kirchnerismo lanzó una campaña intensa para volver a poner a Cristina Fernández en el centro de la política, con el objetivo de candidatearla, cuando desde la justicia se avanza a pasos agigantados para que de una vez por todas haga frente a sus causas.

El gobierno bifronte que hoy tiene la Argentina se muestra en estos días con una intensidad preocupante. Por un lado, el presidente, que no tiene el poder y que solo se limita a dejarse llevar por los impulsos -de ahí la visita a Milagro Sala en Jujuy y el pedido de indulto al gobernador Gerardo Morales- y así lo demostró porque después de tomarse el avión al Norte regresó al Sur, léase la Capital, y aterrizó en su canal amigo para que un periodista (?) Silvestre le hiciera las preguntas que Alberto quiere responder, no las que cualquier periodista le haría en una auténtica conferencia de prensa.

La otra línea del gobierno, la más fuerte, con la Cámpora como bandera, sigue posicionando a la vicepresidenta y arma con bombos y platillos en tierra del intendente Mario Secco, jefe comunal de Ensenada, donde como se sabe CFK lanzará sus bombas para que las esquirlas alcancen a todos los argentinos.

Se habla de cambios en el gabinete, de la llegada tantas veces anunciadas de Sergio Massa a la jefatura de gabinete, de un nuevo ministro de Economía, lo que sería el último cross al presidente en cuanto a los  que pertenecen a su círculo, todo en un país con desocupación, falta de gasoil, piquetes, etcétera.

Argentina, un país que nunca deja de producir información para el periodismo, se está jugando su destino. Los mansos, esos que siguen tranquilamente mirando los acontecimientos como espectadores, saben que lo peor que les puede pasar es que se desborden las provocaciones...Porque cuando los mansos se rebelan, como diría el general Perón -mañana se cumplen 48 años de su fallecimiento- hacen tronar el escarmienteo.

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